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 [ ❝ 𝐖𝐞'𝐫𝐞 𝐚𝐥𝐥 𝐛𝐨𝐫𝐧 𝐟𝐫𝐞𝐞. 𝐒𝐨𝐦𝐞 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐛𝐞𝐥𝐢𝐞𝐯𝐞 𝐢𝐭 𝐚𝐧𝐝 𝐬𝐨𝐦𝐞 𝐭𝐫𝐲 𝐭𝐨 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐢𝐭 𝐚𝐰𝐚𝐲. ❞ ]


ꔫ,🌷₍ᐢ._.ᐢ₎ ↷🩹,♡


El sol se elevó majestuosamente sobre el cielo azul, bañando el paisaje en su máxima esplendorosa luz dorada. 

Sus rayos se desplegaron en todas direcciones, las nubes se apartaron para dar lugar a este espectáculo, permitiendo que cada rincón del orfanato quedara iluminado.

A medida que el sol ascendía, su brillo se intensificaba, alcanzando su punto máximo en el cenit. Los colores del mundo parecían cobrar vida bajo su influencia, radiantes y vibrantes en su esencia. 

El jardín se tornó de un verde exuberante, las flores brillaban en llamativos colores, el jardín parecía cobrar vida.

La luz solar acariciaba su delicada piel con un cálido abrazo, brindando una sensación reconfortante de bienestar. 

Las sombras danzaban al ritmo de los rayos, creando un juego de luces y sombras que pintaba un cuadro de belleza y armonía. 

La mano de la niña viajaba entre las plantas que con tanto cariño cuidaba, sin darse cuenta de que terminó alcanzando el famoso lugar prohibido.

La puerta que comunicaba el exterior.

El único sonido audible era el de los pájaros, quienes volaban por aquel lienzo del amanecer en constante desarrollo. Las suaves plumas de sus alas eran las puntas de la varita de un director de orquesta, una música para los ojos y el alma, que traía una oleada de dulce alegría terrenal.

Los dedos de la pequeña niña de cabello rosado contactaron con cortesía el frío metal de la reja frente a ella.

¿Qué había en el exterior?

¿Y por qué sentía tanto deseo en explorarlo?

Alyssa vivía en un orfanato, Isabella, en todo sentido, era la única figura materna que tenía. Aunque no tenían relación, se hacían llamar familia.

Así era Grace Field House.

Un hogar para niños que, mayoritariamente, no tenían relación de sangre. Sin embargo, pasaban la mayor parte del tiempo juntos.

Un lugar lleno de alegría y felicidad.

Y eso fue lo que más extraño a nuestra pequeña protagonista.

¿Acaso todos estaban ciegos?

¿O ella era la demente?

Todos vestían un uniforme blanco como la nieve, con una suave tela que se ensuciaba con facilidad.

Todos poseían un número en su cuello.

A Alyssa le fascinaba leer, y según sus actuales conocimientos, aprendió que un número de identificación y un uniforme común afirmaba el hecho de que todos eran prisioneros.

Ella siempre sospechó acerca del orfanato.

Tan solo no podía ignorar el hecho de que se encontrasen encerrados entre muros.

Y peor aún...

No tenían ni la menor idea de que había tras ellos.

Cualquier niño que era adoptado, desaparecía para siempre, sin mandar una sola carta, ni ningún signo de vida.

¿Qué pasaba realmente con ellos?

Alyssa era extremadamente curiosa, tanto que deseaba con toda su pasión poder descubrir la realidad.

Quería explorar el exterior.

Quería ser libre.

Y gracias a los libros de William Minerva, sus deseos aumentaron aún más.

El autor describía el mundo exterior como un lugar libre de cualquier tipo de problema, una tierra vasta y maravillosa. 

Fue entonces que, antes de que pudiera acercarse más a la reja que con tanta curiosidad contemplaba, una voz interrumpió sus pensamientos.

"¡Alyssa!"

La mencionada ladeó su cabeza con cuidado, su mirada dirigiéndose hacia la dirección de la persona quien la llamaba.

"¡Alyssa! ¡¿Estás aquí?!"

La niña permaneció en silencio, alejándose lentamente de la reja para así dirigirse con todos los demás.

No quería meterse en problemas.

"¡Primero desayunemos y hagamos los tests! ¡Luego podremos salir a jugar!" 

Alyssa reconoció la segunda voz, apareciendo tras el cuerpo de las dos personas que tan especiales eran para ella.

"¡Estás aquí! ¡Mamá está buscándote! ¡Debemos darnos prisa!" Dijo el mayor antes de agarrar la muñeca de su tan querida hermana menor, con tal de emprender con rapidez el paso en dirección al comedor, donde todos preparaban el desayuno.

"¡¿Atravesaste la reja?! ¡¿Viste como es el interior?!" Habló ahora su inseparable mejor amigo, un entusiasmo evidente en sus palabras ante la idea de poder conseguir una pista sobre el exterior del orfanato.

"¡Oi! ¡Eso está prohibido! No lo hiciste, ¿verdad?" Dijo el mayor de los tres, su mirada fija en la pequeña niña que compartía su mismo color de cabello.

"No, no lo hice." Fue lo único que dijo ella, obteniendo un suspiro aliviado y uno decepcionado por sus dos mejores amigos.

"¡Pero algún día lo haré! ¡Saldré y exploraré el mundo exterior! ¡Junto a vosotros dos!" Exclamó con una gran sonrisa la menor.

"¡Genial!" Respondió con su misma expresión el moreno, deseando que ese día llegue.

"¡Ni hablar! ¡No me involucréis en vuestros planes suicidas!" Respondió el mayor, obteniendo tan solo risas por parte de sus dos mejores amigos.

Ese Grace Fiel House.

Un lugar repleto de misterios pero a la vez felicidad.

Ellos eran tres simples huerfanos.

O eso fue lo que pensaron...


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Blossoms of destiny || The Promised NeverlandWhere stories live. Discover now