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"El olvido es como una herida. La herida puede sanar, pero ya ha dejado una cicatriz."
➳ Grace Field House, un maravilloso orfanato, cálido y repleto de sonrisas bajo el control de una amable y querida cuidadora.
Sin embargo, secret...
La noche caía suavemente sobre Grace Field House, envolviéndolo en un manto oscuro mientras las luces parpadeantes de los pasillos y los faroles se encendían, iluminando tímidamente gran parte del hogar.
El aire fresco y ligeramente húmedo se hacía presente en el exterior.
Cierta chica de cabello rosado se encontraba en una habitación...
Una secreta, para ser más exactos.
Mientras sus dedos se desplazan velozmente sobre un teclado, se podía escuchar un suave tarareo escapando de sus labios.
Su cabello algo desordenado caía sobre su frente y hombros levemente mientras sus ojos se movían de un lado a otro, absorbidos por la pantalla frente a ella.
Su cuerpo se balanceaba ligeramente al ritmo de la melodía que tarareaba, inclinándose sobre su silla y sus labios curvándose ocasionalmente en una sonrisa.
"¡Listo!" Exclamó la chica orgullosa ante su trabajo...
"Tres... Dos... Uno... ¡Pam!" Dijo con entusiasmo antes de que todas las luces del hogar desaparecieran, dejando tan solo visibles las pocas lámparas de fuegos presentes en el orfanato.
Fue entonces que agarró un libro mientras corría fuera de la habitación secreta.
"Gracias por tu libro de mecánica... Ray." Agradeció en un murmuro Alyssa, sosteniendo dicho objeto el cual, ciertamente, lo robó del chico hace unas semanas.
No obstante, un pequeño estruendo llamó de seguida su atención.
"¿Huh? Fue antes de lo planeado." Murmuró la chica contemplando como chispas caían de las lámparas, provocando pequeñas explosiones en ellas.
Logró oír el llanto de todos los bebés, indicando que ellos habían despertado tras el jaleo.
La de hebras rosáceas contempló a cada uno de ellos detenidamente, hasta que llegó hacia cierta pequeña de cabello entre anaranjado y rubio.
"Nos vemos, Carol." Musitó Alyssa, rompiendo a correr de inmediato en dirección a la salida del hogar, optando por el camino incenciado con tal de no ser detectada por mamá.
"Al menos esto la mantendrá entretenida... Y no logrará contactar con el cuartel hasta dentro de un buen rato. Ellos deberán pensar que simplemente ha ocurrido un error de conexión y tardarán en ser contactados, tenemos vía libre." Dijo junto a una sonrisa la chica, agarrando con fuerza su oreja herida mientras colocaba un pañuelo sobre su boca con tal de evitar que el humo negro llenara sus pulmones y dificultara su respiración.
