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Volví a tomar la mano de Audrey entre las mías y suspiré. La hija de la Bella Durmiente había caído en un sueño profundo como alguna vez lo hizo su madre. Sin embargo esta vez íbamos a necesitar algo más fuerte que un beso de amor verdadero. Tampoco creía que Chad pudiera ayudarnos mucho en esto.
Evie y Mal estaban del otro lado de la cama, ambas mirando a la chica y pensando en alguna solución. Por suerte el hechizo se rompió y el resto de Auradon despertó. Así también los convertidos en piedra volvieron a la normalidad.
— Se está desvaneciendo. — murmuró Ev. Asentí sintiendo como poco a poco su manos se tornaba más fría y su piel más pálida. La estábamos perdiendo.
Mal bajó su cabeza abatida. Sabía que se sentía culpable. Todos en la habitación lo hacíamos.
— Solo hay una persona en el mundo que quizá pueda hacer algo al respecto, y es Hades. — mencionó la chica sorprendiendo a el resto.
— ¿Hades? Él no lo haría. No me arriesgaría. — intervino Ben.
— Mal... — pedí mirándola. Era la única oportunidad que le quedaba a Audrey.
— En realidad, quizá lo haga por mí. Es mi padre. — informó causando impresión en aquellos que no lo sabían.
— Bueno, debo enviar guardias a buscarlo. — accedió el Rey.
— Iré con ellos. — dije levantándome de la silla y soltando la mano de la chica. Mis amigos se pusieron en alerta. — Estaré bien. Confía en mí. — pedí a mi amigo. Él asintió no muy contento.
— ¿Podrían darme un aventón? La isla es mi hogar. Alguien tiene que ir a protegerla. — habló Uma.
— Pues entonces, necesitarás a tu primer oficial. — se acercó Harry posando una mano en su hombro.
El chico del garfio me dedicó una mirada llena de tristeza. Le quise sonreír pero salió más bien una mueca. Entendía y respetaba su lealtad hacia Uma.
— La isla estará en muy buenas manos. — aseguró Mal.
— ¿Puedo ir también? Me encantaría poder estar en ambos lugares. — mencionó Celia. Recibió un par de asentimientos por parte del Rey.
— Creo que Evie tenía razón. Y... creo que podríamos haber sido amigas. — espetó la chica dragón hacia Uma. — Y lamento mucho haberles mentido a todos. Se merecían algo mucho mejor. —
— Solo intentabas hacer lo correcto. — murmuró Liv dejando el pasado atrás. — ¿Nos vamos? Mientras menos tardemos en encontrar a Hades, más rápido recuperaremos a Audrey. — sugirió.
Ben nos acompañó a la entrada, donde la limosina nos esperaba junto a dos camionetas que nos escoltarían hacia la isla. Ethan nos acompañaba en el asiento del copiloto, era parte de la comitiva que habían enviado para traer a Hades en caso de que las cosas se complicaran. Por mi parte no podía estar más incómoda ante el hecho de que Harry no dejaba de atravesar con sus ojos al guardia.
