Disco Vinotinto

8 2 0
                                    

Narración por Coraline

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Narración por Coraline.

Después de haber salido del panteón, algo molesta por la estresante aparición de los cuatro chicos que se sabe que arruinaron la vida de su amigo. Al llegar a casa y sentir los cálidos brazos de su madre fueron reconfortantes. Los señores Wesley estaban por salir a una cena previamente planeada antes de todo el desastre ocurriera, para festejar su aniversario de casados, pero por la preocupación estaban rehusándose a ir por no dejar sola a su hija.

La joven de cabellos rubios los incito a ir, quedarse sola serviría para ver el mensaje que su mejor amigo le ha dejado. Además de que no quería ser causante de preocupaciones, estaba tranquila o eso aparentaba con la intención de no preocupar.

Una ducha tranquilizante era necesaria antes que cualquier cosa, la mochila la había dejado sobre su cama. Se duchó y salió con su pijama puesta, que mientras peinaba su cabello visualizo a su madre ingresar en la habitación; la mujer estaba sentada mirándole con tristeza, puesto que hasta no acabar de peinar su cabello, ninguna menciono palabra alguna. Un abrazo lleno de fortaleza fue el que motivo a empezar la conversación.

—Mamá, ¿crees que Jimyn está tranquilo dónde se deba encontrar en estos momentos?

—La verdad no lo sé, hija, a lo mejor sí lo está, de todo lo que me contabas de Jimyn, sumado a lo que él me contaba cada que venía, este pobre chico sufrió demasiado e inclusive hasta el sol de hoy cada que hablaba con sus padres parecía que tomaban mis consejos por un momento y después lo dejaban; a fin de cuentas, supongo que decidió elegir el camino fácil para poder acabar con esta tortura.

—Tantas veces me dijo de esto... Yo le dije que no podía hacerlo... Que no me podía dejar sola... Hasta lo prometió. Pero supongo que estaba ya cansado para tomar esa decisión, que no pensó en las promesas que no podremos cumplir...

—Sabes que era como la psicóloga personal de él... Jimyn vino a hablar conmigo horas antes de que se conociera de su suicidio, no te lo dije ayer mismo por qué pensé que no era el momento.

—¿Te dijo que se iba a suicidar mamá?

—No pequeña, te diré lo que hablamos desde principio a fin, a lo mejor si me dijo, pero en ese momento no le entendí, supongo que como vino cuando estaba cuidando de Jeremy... Sabes que tu hermanito está enfermo y Jimyn llego cuando estaba intentando darle el medicamento que inclusive me ayudó a dárselo.

6 horas antes del suicidio, 3:00 de la tarde.

Como todas las tardes desde hace una semana, la mujer se encontraba en casa intentando darle el medicamento a su hijo menor de dos años, Jeremy. Se distrae de la intensa labor al escuchar el timbre, por la hora era extraño de que pudiese ser su esposo o su hija, ambos estaban trabajando y estudiando, por lo que al abrir la puerta se llevó la sorpresa de encontrarse con Jimyn.

—Hola señora Rosa, espero no molestarla, pero me gustaría hablar con usted, pero sin que nadie se entere.

—Claro, Jimyn pasa, pero antes dame un momento debo darle un medicamento a Jeremy para que se mejore, pero está como que muy rebelde hoy.

—Si quiere le ayudo... Es que no tengo mucho tiempo...

—Bien, cierra la puerta y vamos yendo a la sala para hablar más cómodamente, hijo.

Esta lo deja pasar caminando detrás del joven mientras mecía en brazos a su niño, hasta llegar a la mecedora y empezar a moverse de adelante para atrás palmeando la espalda del pequeño, entablando contacto visual con el más joven, quien tomo asiento en el sillón de al lado. Mientras Jimyn distraía al pequeño que se daba con él perfectamente, la mujer le logro aplicar el medicamento al biberón para dárselo, el llanto del menor no falto, pero el calor de madre lo fue calmando.

—Gracias por ayudarme, pero ahora sí, a lo que viniste. ¿Qué te ocurre Jimyn? Te veo triste, ¿otra vez tienes problemas con tus padres?

—No, realmente vengo a pedirle un favor, pero que sea secreto entre nosotros dos, puesto que yo le confió siempre todo a usted porque es como mi madre.

—Sabes bien que tus secretos están a salvo conmigo, no te preocupes por ello, así que cuéntame y confía como siempre lo has hecho Jimyn.

—Bueno, hoy tengo ganas de hacer todo lo que no he podido hacer antes, por lo que quiero saber su opinión si eso está bien o debería seguir siendo aquel cobarde que aguanta lo que venga de forma negativa y no cumple sus propósitos.

—Jimyn yo te podría recomendar que cumplieras tus sueños, me alegra que empieces a pensar en ti, es tu vida y puedes cambiarla, así que yo te apoyo en la decisión que escojas para tu bien propio.

—Gracias, solo quería saber si podría tener apoyo en cambiar mi vida de forma drástica, como un giro de 360°.

—Cuentas con mi apoyo, esa actitud en ti me agrada, me encanta que empieces a recapacitar.

—Gracias, nunca olvide que la quiero mucho.

En ese momento aquel chico la abrazo sin saber que sería el último abrazo de despedida, simplemente ninguna duda logro efectuar en la mujer, puesto que salió feliz por la puerta de la casa.

Actualidad.

—Entonces... Jimyn te vino a pedir apoyo indirectamente, es decir, dudo en matarse, pero al final lo hizo por él... Tú crees que él solo quería como que ese impulso a cambiar su vida, sin saber ninguno de nosotros que era para tomar esa mala decisión.

—Eso considero, realmente yo le dije que le apoyaba si quería cambiar su vida, pero para bien... Nunca se me paso por la mente que fuese para mal hija si no lo fuera detenido.

—Tranquila madre, nadie sabía nada de lo que pasaba por la mente de Jimyn, ni yo que era su mejor amiga, pero espero este bien donde este y nos cuide desde allí.

—Verás que si lo hará, ya en unos minutos nos cambiamos y nos vamos, así que haces todos los deberes y duermes temprano, llegaremos algo tarde mi vida.

—No se preocupen, estaré bien, disfruten su aniversario.

Ambas mujeres se despidieron con un último abrazo. La señora Wesley abandonó la habitación, por lo que la joven le ubicaba seguro a la puerta de la habitación y de su mochila extrajo aquella caja de estuches de discos. La paleta de tonalidades era inusual para ella, sin embargo, se dedicó a buscar el disco de tonalidad vinotinto, tal como había mencionado Scarlett. La impresión fue notable al abrirlo y adquirir el CD con su nombre, el cual estaba compuesto por corazones. Este estilo la recordó que las vocales de su nombre siempre se encontraban en esta figura, debido a su mejor amigo, quien amaba cada parte de ella y su amistad.

Al pasar los minutos, sus padres se despidieron de su hija para retirarse, por lo que rápidamente se puso en pie sacando su antiguo teatro en casa, el único que tenía puerto DVD, colocando aquel elemento con cierta duda, no sabía si reproducirlo o esperar un poco más.

Jimyn y Coraline eran mejores amigos de toda la vida, se contaban todo aparentemente, pero de un tiempo para acá Jimyn venía más reservado consigo mismo, su plan suicida no fue un invento de la noche a la mañana, fue algo tan preparado que el silencio que ya se veía en él era una señal que nadie pensó que podría ser un indicativo de peligro; claramente todos en ese momento fueran preferido haberse dado cuenta a tiempo, para así poder evitar aquella tragedia.

15 Razones para MorirWhere stories live. Discover now