Serpiente de antaño.

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𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐.

𝑃𝑎𝑟𝑒𝑑𝑒𝑠.

Cuando el primer mes se completo de su segundo año en Hogwarts. Tuvo una preciada clase de Herbologia.

La profesora, por lo que decían, era agradable, pero un poco desinteresada si no seguías sus instrucciones en clase. Y hoy, se daría cuenta de ello.

Llego temprano junto a Harry, al salón una vez que entro, se dio cuenta que Hermione, ya estaba allí, viéndolos con molestia.

-Llegan apenas diez minutos antes.

-Lo sentimos, Hermione-dijo Harry.

Ya se estában acostumbrando a que la niña los regañara por no llegar al menos quince o veinte minutos antes que el profesor de la clase. Y como ahora era una nueva clase y profesor, dijo que la primera impresión, lo era todo.

Al parecer no era la única que pensaba así, algunos otros Gryffindor estaban ahí, por su puesto tambien Slytherins, entre ellos, Draco Malfoy. Este estaba algo molesto, los miro hartado y volteó hacía otro lado, como si la sola presencia de los tres Gryffindor en el lugar lo hiciera sentir asqueado.

-Malfoy, te miró.-dijo Harry.

-A ti también te mira.-contestó Ron.

Después de unos minutos llegó Neville Longbottom. Pero no estaba solo, con él venía Seamus, y Ron, pudo adivinar por que Neville se veía tan nervioso, como si fuera a llorar en cualquier momento. Se aseguro que en el camino venían molestándolo, como siempre era. Seamus, se colocó un lado de Harry, y al lado del Weasley, estaba Neville.

La profesora llego diciendo un buenos días que respondieron vagamente, pero los obligo a decirlo más alto, hizo una pregunta que Hermione, respondió como la niña sabelotodo que era, ganando diez puntos para la casa de los leones,, y ahí estaba de nuevo, la mirada de Malfoy.

No iba a acostumbrarse a esa mirada nunca, ni aunque los años pasarán y el chico los dejará de molestar.

-Usen sus orejeras, rápido.

Todos se pusieron esas cosas, miró de reojo a Malfoy y este hacía una mueca de disgusto, mucho más cuando saco la planta y esta empezó a gritar.

Luego noto que a su lado, Neville temblaba, no tenía bien puestas las orejeras.

-Te dolerán los oídos, Neville, ten cuidado-le dijo y le acomodó aquellas telas al niño quién en agradecimiento le sonrió nervioso.

-¡Profesora! ¡Goyle se cayó al suelo!-gritó un niño Slytherin.

-¿Ven? por no seguir las indicaciones correctamente.

-No, creo que se desmayo...

-Dejalo dormir. Como decía, tienen que llenarlas de tierra cuanto antes.

Ron, volteó nuevamente a ver a los Slytherin, Malfoy había quitado su mala cara por una más, hasta le costaba creerlo, pero era una expresión algo preocupada, luego saco de nuevo la Mandrágora de la maceta pequeña y sonrió, nunca antes había visto a Malfoy sonreír sin que fuera de manera soberbia o burlona, esto le causaba simple gracia, nada más. Eso le hizo sentir curiosidad sobre si Malfoy era así internamente, hasta que le acaricio la cara a la planta y esta lo mordió, se volteó rápido y soltó una risilla, si veía que se reía de él, Merlín sabe como se enojaría.

Esa había sido su clase, Ron, se atraso, por lo que Harry y Hermione se adelantaron dejándolo solo, enterrado a la mandrágora con mucho esfuerzo. Al finalizar se fue caminando con Neville por los pasillos de Hogwarts, Neville siempre estaba nervioso, mucho más que Ron, Ron lo miraba un poco raro preguntándose el qué le pasaba, hasta que decidió hablar primero.