-Es tan desesperante- dice mientras su cuerpo se calma- y a la vez fascinante.
Con la punta de la nariz recorro desde su vientre hasta llegar a su cuello. Le doy un beso en los labios y la penetro.

-Mmmm. No te detengas.

-No tengo planeado hacerlo, bailarina- sus ojos están ardiendo del placer.

La bailarina mueve sus caderas hacia las mías. Aceleró el ritmo, cada vez que la escucho gemir, cada vez que sus uñas se clavan en mi espalda. La penetro con fuerza, sin piedad así como estos días no lo tuvieron conmigo. Y por unos segundos, vienen a mi mente la travesura de Anahí...

"Alfonso no, este no es el momento de pensar en ella" me digo mientras follo a la bailarina.

Son las dos únicas mujeres que tengo en mi pensamiento. Ambos son perfectas y maravillosas debo admitirlo.

Me concentro en sus jadeos, y en ella. La agarro de la nuca y la llevo hacia mi boca. Nos devoramos como unos salvajes. Y con una última embestida me corro en ella. La bailarina sonríe y me muerde el labio antes de separarnos.

-Oooh- dice. Me apoyo en los codos, dejando casi todo el peso encima de ella.

-Te echado de menos- le agarro un mechón de pelo y la coloco detrás de la oreja.

-Entonces, debes de seguir demostrándome- pasa su lengua por mi cuello. Provocando que la electricidad aparezca aún más.

-No he dicho que he terminado- me pongo de pie- date la vuelta- lo hace. Le doy manoton en la nalga.

Gime.

Vuelvo a estar dentro de ella. Masajeo sus glúteos y está vez voy suave. Me inclino para susurrarle en la oreja.

-Bailarina, te quiero- no tuve que ver si expresión, pude sentir como se quedó atónita por mis palabras. Quería decirle otra cosa, pero esas palabras salieron de mi boca sin pensarlas solo sentirlas.

Ella no dice nada y prefiero que no lo diga. No quiero saberlo, es lo mejor.

Agarro con una mano su cabello y tiro. Mientras lo hago la penetro hasta al fondo, trazo en círculos con la cadera. Jadea. Puedo sentir como la vuelve loca a este ritmo, pero quiero que se desespere.
Aceleró un poco y luego bajo el ritmo cuando su cuerpo empieza a estremecerse al querer acabar.

-Maldita sea, se siente tan bien- murmuro.

-Por favor- ruega.

-No, bailarina, todavía no. Te quiero totalmente adolorida- vuelvo acelerar.

-Mierda- gime.

-No querías más- le digo.

-Claro que si, pero quería probar los otros juegos.

-Otro día. No quiero dejar de estar dentro de ti por un segundo- susurra.

-Bailarina... Te... Deseo... Demasiado... Eres mía... Solo mía- cada palabra la digo junto con mis embestidas.

Vuelvo hacerlo suave.

-Soy tuya, cada vez que estemos aquí- me aclara- eleva la nalga hacia mi polla.

-Creeme, querida, no podrás olvidarte de mi, que me buscarás cada vez que quieras follar duro- agrego en voz baja cerca de su oreja y la embisto.

Siento su cuerpo convulsionar y se viene mientras me corro en ella.
Recorro con una mano su espalda hasta sus glúteos y me retiro.

-Mmmm- gruñe.

-Esto no termina- se da la vuelta y me mira- amo que tengas energías.

-Y me encanta que tú me desgastes- se arrodilla y me besa.

Devuélveme El Corazón.Kde žijí příběhy. Začni objevovat