— Yo... también — admito en voz baja y aunque Charles no dice nada, sé que me ha oído. 

— ¿Cuál es tu flor favorita? — pregunta y me sorprende lo inesperada que es la pregunta

— ¿Que? — pregunto riendo 

— ¿Cuál es tu flor favorita? — repite él — dime 

— ¿Por que? ¿Vas a comprarme flores? — pregunto riendo pero... soy la única que ríe, así que me quedo en silencio por unos segundos pensando si debería responderle — En la cultura coreana tienen un calendario que una flor representa cada día ¿Sabías? — pregunto 

— No lo sabía — responde Charles, pero no suena desinteresado al decirlo — ¿Cómo lo sabes?

— A mi papa le gustaban algunos artistas plásticos de Corea del Sur, así que... sabía mucho sobre su cultura — le explico — y siempre nos regala flores, porque no solo hay flores para cada día del año en Corea del Sur, incluso hay flores especificas que se regalan en ocasiones especificas — le cuento recordando como mi papa siempre mencionaba eso — como para una graduación, un ascenso en el trabajo o  cosas así — añado un poco más animada 

— Entonces ¿Cuál es la tuya? — pregunta más interesado 

— Margarita de costa — respondo orgullosa — bueno, ese es su nombre común, el real es Argyranthemun frutescens  

— No tengo idea de lo que acabas de decir, Olivia... y eso me hace sentir un tonto — añade y ambos reímos — ¿Esa es tu flor favorita entonces? — pregunta 

— Es una... me gustan las margaritas y los tulipanes... pero solo los blancos — respondo

 — ¿Y cual es tu color favorito? — continua y no puedo evitar reír

— ¿Cuándo esta conversación se convirtió en un interrogatorio, Charles Leclerc? — pregunto 

— Me gusta oír tu voz — responde él y no puedo evitar sonreír — Anda, dime — me pide él repitiendo su pregunta — ¿Cuál es tu color favorito? 

— No tengo uno, me gustan todos — digo, aunque no es cierto. Si tengo un color favorito pero no quiero decírselo tan fácil, porque parece que quiere hacer demasiadas preguntas

¿Desde cuando Charles estaba interesado en mi? Bueno, interesado en conocerme. No es que me este quejando, pero... me sorprende un poco, de buena manera porque en realidad me gustaría tener el valor para poder hacerle preguntas que también me gustaría oír sus respuestas. 

— ¿Que... crees que tiene que tener un día para ser perfecto? — pregunta pensativo y me quedo en silencio

— No lo sé — admito pensándolo — no creo que haya muchas cosas que necesite para que un día sea perfecto

— Pero algo tiene que tener — señala él

— Pues... no lo sé, creo que últimamente considero que es un buen día si no me arrepentí cincuenta veces de algo que hice — respondo riendo 

— Di tres cosas que tengamos en común — me pide a continuación y... no es raro que cambie de tema tan rápido y que guie la conversación, porque creo que ya ha aprendido que es la única forma en que va a hacerme hablar

— ¿Nosotros? — pregunta confundida — No creo que tengamos muchas cosas en común

— Ninguno de los dos sabe cocinar — señala él y rio porque es cierto, mi fondo de pantalla del teléfono era prueba de eso 

— Pues... ¿Cuenta que los dos hablamos por teléfono antes de ir a dormir? — pregunto riendo porque sé que es tonto, pero no se me ocurre nada ahora mismo 

Mon Amour » Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora