ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▷ Llamadas

Moon se había tumbado en la cama viendo en dirección al techo y Sun estaba mirándole mientras ordenaba las ideas en su cabeza, quería preguntarle algo pero tampoco quería ser directo porque podría llegar a molestarle con la pregunta.

— Al final no comí nada...

— ¡Ah, es verdad! ¿Quieres ir a la cocina? Tenemos linternas así que no creo que vaya a ser un problema.

— No, estoy bien, tampoco estoy acostumbrado a desayunar...

— Ah, bueno, si te da hambre... — Se acerca a la mesita que tiene al lado de su cama y abre el cajón que se encontraba ahí, ahí guardaba dibujos, materiales para dibujar y un par de cosas más, remueve un par de cosas hasta finalmente sacar un pequeño paquete de galletas. — ¡Tengo galletas!

— ¿Desde cuándo tienes eso ahí?

— No hace mucho, soy un poco glotón así que siempre tengo comida guardada por todos lados... — Murmura mientras daba una mirada al escritorio.

— Voy a tener que revisar muy bien todo...

— ¡Nooo, mi comida!

Lyan se ha sentado en la orilla de la cama de su novio mientras abría el paquete de galletas, toma un pequeño pedazo de galleta y la ha llevado a su boca, tararea feliz al sentir el dulce sabor. Toma otro pequeño pedazo pero esta vez lo ha acercado hasta los labios del mayor, éste le mira un par de segundos directo a los ojos mientras abría lentamente la boca dejando que el menor le diera de comer, aunque quizo hacerse el graciosito y antes de que el rubio alejara su mano de su boca le ha mordido el dedo.

— ¡Oye, Moon malo! ¡Eso no se hace!

— Pues lo siento, ya lo hice.

— ¡Eres el peor!

Deja el paquete de galletas a un lado y toma una almohada pegándole con fuerza en la cara, no había medido la fuerza con la que lo hizo así que solo se queda quieto viendo al mayor que seguía con la almohada en su rostro. No se movía.

— Ehm... ¿Guerra de almohadas? — Murmura tratando de arreglar la situación.

Moon solo quita la almohada de su rostro dejandola a un lado y le da la espalda a Lyan. Sun empieza a sentirse nervioso por esa reacción, había esperado cualquier cosa menos aquello. Estaba por disculparse por haber sido brusco pero lo ha interrumpido el sonido del celular de Moon, otra vez una llamada.

Lyan empezaba a frustrarse al escuchar de nuevo ese tono de llamada, Damián solo parecía ignorarlo mientras miraba la pantalla de su celular.

— ¡Pero yo lo puse en silencio! ¿Si tanto te molesta por qué le pones sonido?

— Hmmm... Solo ignoralo.

— Entonces cuelga.

— No puedo.

— ¿Ah?

Eso había sacado un poco de sus casillas a Sun, conociendo a su pareja sabía que el usualmente cuando recibía llamadas cuando estaba en su momento de descanso o ya muy tarde solía colgar sin pensarlo dos veces pero ésta vez era diferente, si tanto le molestaba ¿por qué no solo colgaba? Podría llegar hasta bloquear las llamadas de esa persona.

— Bien, dame tu teléfono.

— ¿Para qué?

— Damelo.

Con un suspiro y casi negándose a dárselo le ha entregado su teléfono en cuanto ve que la pantalla de llamada ha desaparecido, creía que se lo iba a quitar para ponerlo en modo silencio. Mientras Damián creía eso Lyan tenía otra idea en mente, desbloquea su teléfono para enseguida entrar a la aplicación de llamadas y de un momento para otro ya se encontraba marcandole a esa persona que tanto molestaba a su pareja con miles de llamadas en esas últimas horas. Era extraño ya que solamente habían sido llamadas, no había ni un mensaje.