ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▷ Llamadas

— Lo siento tanto, ¿estás bien?... Te juro que voy a demandar a cualquiera que esté encargado de la luz de éste lugar... No puede ser posible que falle tanto.

Se agacha frente al chico rubio que seguía sollozando, deja su celular en el suelo dejando que la linterna estuviera alumbrandolos a ambos, saca un pequeño pañuelo que tenía guardado en uno de los bolsillos de su pantalón y empieza con la tarea de limpiar las lágrimas que caían por sus mejillas.

El joven de ojos color zafiro a empujado la mano del mayor y se lanza a sus brazos acurrucandose en su pecho mientras sus sollozos rompían el silencio que se había formado.

— N-No te alejes, no me dejes solo, no me dejes... No... por favor...

— Shhh, estoy aquí.

Las palabras de consuelo fueron directo a parar a sus oídos, lamentablemente no eran lo suficientemente efectivas para calmar el ataque de ansiedad que estaba ocurriendo en Sun. Las lágrimas siguieron fluyendo por sus mejillas hasta caer al suelo o manchar la camiseta que portaba el contrario, empezaban a apretar las ropas ajenas con sus puños aferrándose de una manera increíble al joven de cabellos bicolor, murmuraba alguna palabras pidiéndole de manera desesperada a Damián que por favor no se alejara de él.

Fueron unos largos minutos en los que el único aporte de su pareja era darle un abrazo mientras con una de sus manos trataba de limpiar sus lágrimas, de vez en cuando acariciaba su espalda y le pedía que respirara correctamente. Quería mantenerlo ahí, que no se perdiera en sus pensamientos o que llegara a hiperventilarse.

— ¿Me escuchas?

— Ujum...

— ¿Cómo te sientes?

— Un poco mejor...

Damián toma las mejillas de su pareja y hace que le vea directamente a los ojos, apenas podía ver el brillo en sus ojos por la poca luz que su celular con la linterna les proporcionaba.

— Vamos a la habitación, creo que estaremos mejor ahí hasta que la luz vuelva, además ahí tienes tu lámpara que usa pilas, podrás estar más tranquilo ahí.

Moon besa su frente para tratar de que se relajara, Sun no necesitaba eso ya que con solo estar cerca del mayor se sentía más tranquilo, aunque eso no quitaba el hecho de que le doliera un poco las rodillas y su rostro ya que había chocado por completo contra el suelo, le sorprendía que no estuviera sangrando de la nariz aunque su labio compensaba aquello.

— Además no puedo besarte con el rostro sucio...

— ¿¡Ah!? ¿Por qué no? Dame un besito... — Sunny hizo un puchero, parecía como si hubiera olvidado por completo que se había lastimado o que estaba asustado por la oscuridad.

— Hace rato te quejabas de que no querias que te abrazara porque estaba sucio, pues yo no quiero besar tus labios "sucios", aparte de que estás sangrando... Vamos a la habitación de una vez, tenemos que limpiar esas heridas para que no se vayan a infectar.

Moon ha tomado su teléfono y lo extiende en dirección al menor para que él pudiera llevarlo, de esa manera tendría la linterna del celular y así estaría un poco más relajado, por lo menos eso era lo que quería creer el más alto de los dos. Sunny ha tomado el celular con una gran sonrisa y ha empezado a alumbrar a todos lados mientras reía, como si de un niño pequeño se tratase.

Volvieron a la habitación, con Moon quejándose de que quería cargar a Sun pero éste se negaba para que el mayor no se lastimara la espalda, aún se estaba recuperando.

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La luz que les otorgaba la pequeña lámpara de Sun que funcionaba con baterías era suficiente para iluminar la mayoría de la habitación, por lo menos así ambos podían ver alrededor y evitar tropezarse o chocarse con algo. Ya se habían encargado de las heridas que ambos portaban así que no había mucho de lo que preocuparse ahora.