El rubio se mantuvo mirándole fijamente, sabía que su novio le estaba mintiendo porque ya conocía la verdadera causa que estaba originando esa molestia en él.

— Bien, si no quieres decirme no voy a obligarte, pero después vas a dejar que vea esas heridas... No quiero que se infecten. — Baja la mirada.

— Hablando de heridas, ¿todo bien con las tuyas?

— Ah sí... Sabes que solamente me gusta traer las vendas para que nadie las vea, son horrendas.

Damián niega con la cabeza estando en desacuerdo con esas últimas palabras que formularon los labios del menor, sabía que no había caso en decirle lo contrario porque seguiría diciendo lo mal que se veía y Moon detestaba escuchar como decía esas cosas sobre sí mismo, lo único que hizo ante la situación fue besar su frente logrando que el chico de ojos azules sonriera un poco.

Ambos sabían que lo mejor sería cambiar de conversación.

— Iré a traerte algo para desayunar, Chica hizo unos panqueques que están deliciosos y quedaron un par, ¡ya vuelvo!

Justo como lo dijo, se ha levantado de la mesa y fue hasta la cocina para poder traerle a su novio un plato con panqueques, estaba consciente de que el mayor no era un fan de las cosas dulces pero podía darle una oportunidad a la comida que había preparado la jefa de la cocina, Chica. Quizás hasta llegaría a robarle un poco de su comida, aún tenía un pequeño espacio para poder seguir comiendo.

Da pequeños saltitos mientras caminaba, de repente había recordado el día anterior, toda la cena romántica y lo que había preparado Moon le había puesto de buen humor, tenía un aura alegre y feliz.

Estaba a mitad de camino cuando las luces se apagaron. Lyan se queda quieto justo en el lugar que estaba parado mientras miraba alrededor rápidamente buscando alguna fuente de luz para tratar de calmarse un poco, empieza a entrar en pánico cuando lo único que lograba ver era la oscuridad, su respiración empezaba a acelerarse. Empieza a mover sus brazos de manera desesperada pues estaba buscando algo en lo que pudiera apoyarse pero no encontraba nada.

— M-Moon...

Fue la única palabra que pudo pronunciar a la perfección, detestaba la oscuridad y se sentía mucho peor cuando su único lugar seguro estaba a varios metros alejado de él. Cierra sus ojos con fuerza, lo cual era algo inútil ya que aún así habría oscuridad, sus pies se impulsan de manera inconsciente y sale corriendo tratando de recordar donde estaba la mesa en la que estaba su pareja, estaba por llegar a la mesa pero para su mala suerte una silla en el camino hizo que su maratón se terminara, tropieza por culpa de la silla cayendo al duro suelo y un gran eco que fue causado por el golpe se escuchó por todo el lugar, su cara estaba estampada contra el suelo.

Trata de levantarse, se sienta en el suelo empezando a sollozar. Las cosas no estaban mejorando. Empezaba a creer que era otro de esas pesadillas que solía tener últimamente, o así lo hubiera pensado si no fuera por la luz frente a él que lo hizo reaccionar.

— Oh, cariño, ¿por qué no me esperaste? Ese golpe se escuchó bastante fuerte.

— Y-Yo... Yo... ¡Tenía miedo! — Alza sus brazos mientras trataba de levantarse pero por culpa del temblor en su cuerpo se mantuvo en el suelo, aún así mantenía sus brazos extendidos pidiéndole al mayor, no, rogándole a que se acercara.

Damián se había tomado su tiempo para encender la linterna de su celular, había tardado bastante que ahora su pareja ya estaba en el suelo con un pequeño hilo de sangre que era ocasionado por una pequeña herida en su labio, además de que las lágrimas caían rápidamente por sus mejillas, baja un poco más la mirada para notar que tenía un pequeño raspon en una de sus rodillas.

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Where stories live. Discover now