Una vez había terminado con aquello voltea a ver en dirección a la cama en la que estaba sentado el contrario, estaba viendo su teléfono con el ceño fruncido, parecía como si estuviera apunto de aplastar el celular con su mano.
— ¿Moony? — Trata de llamar su atención llamando por su apodo con suavidad.
— ¿Ah? — Ha levantado la mirada, en dirección al rubio que ahora estaba de pie frente a él. — ¿Necesitas algo? La oferta para dormir ya caducó hace unos minutos.
— No no. — No ha podido evitar reír ante ese comentario. — Es solo que... ¿Sucede algo malo? ¿Todo bien?
— Oh, eso... Sí, son solo un par de llamadas de alguien que no me agrada.
— Ohh, es eso... Mmmm...
No lo ha pensado dos veces. Lyan ha tomado el celular del mayor, se lo había arrebatado de la manera más suave posible para que no se viera tan brusco, deja el celular en el escritorio, un lugar un poco lejos para que el mayor no le diera importancia, y antes de dejarlo ahí a puesto el celular en modo no molestar, de esa manera no escucharía ninguna llamada entrante.
— ¿Sabes que necesitas? Una ducha, además de que estás sucio estoy seguro de que una buena ducha puede ayudarte a relajarte y aclarar tu cabeza. Y no solo eso, hoy me siento generoso, así que cuando salgas puedo darte un masaje.
— Ah... Creo que tomaré esa oferta. — Una sonrisa se dibuja en los labios de Moon.
Damián se ha levantado de la cama, se ha estirado haciendo que un par de sus huesos truenen, una sonrisa traviesa se hace presente y unos brazos han agarrado desprevenido al chico rubio, Moon lo estaba abrazando por la cintura.
— ¡Heeey, sigues sucio, no me abraces! — Hace el intento de empujarlo pero para su mala suerte no tenía mucha fuerza para alejarlo. — ¡Mooooon!
— Mmmm... Mi solecito... — Ha empezado a besar sus mejillas causando que el menor se sonrojara. — Pensé que te gustaban mis abrazos.
— ¡Estás sucio, sueltame! ¡Waaah! ¡Ya no te voy a dar el masaje!
— Me da igual.
Sunny hace un pequeño puchero, era una persona a la que le gustaba la limpieza y a veces detestaba que alguien lo abrazara cuando justo acababa de tomarse una ducha, le hacía sentir sucio de nuevo. También era una persona que amaba el orden así que eso explicaba porque siempre se ponía a acomodar todo en la guardería, los colores que los niños usaban para dibujar los acomodaba por color, tipo y tamaño, acomodaba los juguetes para que quedaran todos en el mismo estante y más cosas así. Era una persona ordenada y que adoraba la limpieza.
Al final había dejado de batallar y hunde su rostro en el pecho del más alto acurrucandose contra él. Puede ser que tuviera excepciones con cierta persona en especial, para nada se notaba lo enamorado que estaba de ese hombre y de lo que era capaz de hacer por él. Siente un pequeño beso en su frente y los brazos finalmente lo han soltado dándole libertad absoluta.
— Si necesitas algo ya sabes donde encontrarme.
El chico rubio asiente ante aquellas palabras dando a entender que le había escuchado. Al momento de ver que la silueta del mayor desaparecía al entrar al baño se ha lanzado al escritorio para poder tomar el teléfono de su pareja, como ya se sabía su contraseña se le haría más fácil, necesitaba saber de quien eran esas llamadas.
No es que fuera una persona chismosa pero se preocupaba por su pareja, ¿quizás era un amigo? ¿Su ex? No sabía en realidad si Moon alguna vez tuvo parejas antes que él, tampoco iba a pensar mucho en eso. Al estar ya con el celular del mayor no pierde el tiempo y se mete a las llamadas, tenía bastantes llamadas pérdidas del mismo número que estaba registrado con el nombre de "papá".
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ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ
Fanfiction"No entendía porqué decidió tomar éste trabajo si en realidad no podía soportar a los niños, ¡sería un completo desastre! por lo menos solo trabajaría en el turno de noche... No tenía que estar todo el rato vigilandolos. Oh, hablando de eso, será me...
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