Adrienne Lively se enorgullece de ser inteligente, remilgada y correcta. Ella no va en contra de las reglas de la sociedad y se niega incluso a tomar un trago de tequila. En otras palabras: conservadora y tradicional.
Landon Downey, el soltero más b...
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Adrienne Lively:
¡Ha llegado el gran día! Me toma una hora poder llegar a mi destino, Jay y Kath se están poniendo nerviosos y yo no me quedo atrás. He necesitado de toda mi fuerza de voluntad para no confesarles mi gran secreto.
—¡Dios mío! ¿Te vas a casar en un maldito castillo? —diría Jay con asombro al notar la locación en donde nos dejó la camioneta.
—¿No sabías que te ibas a casar aquí? —preguntaría Kath con sorpresa al ver el hermoso lugar en el que nos encontramos.
—Landon quería que fuera una sorpresa, pero nunca me imaginé todo esto, esto es increíble —le respondería al observar la vista del castillo en el que estamos.
—¿Sabes qué? Te ves bellísima hoy, bueno todos los días te ves hermosa pero hoy resplandeces más —comentaría Jay con un guiño.
—De verdad que sí, ¿estás usando una crema nueva? o ¿te hiciste vegana? ¿O nos estás escondiendo algo? otra vez —agregaría Kath con sospecha.
—Sabes, ¿cómo ese dicho que dicen que las novias y las embarazadas tienen cierto brillo? —le preguntaría con una sonrisa misteriosa.
—Am... —Kath se queda pensativo, reflexionando sobre mis palabras.
—Bueno sí, tú eres una novia, entendemos eso —respondería Jay con obviedad.
—No soy solo una novia...
—¡¿Estás hablando en serio?! ¿Estás embarazada? ¿Cómo pasó todo esto? —me bombardearía Jay de preguntas al mismo tiempo mientras se sostiene la cabeza con cierta confusión que lo hace ver gracioso.
—Bueno pues cuando un hombre y una mujer se aman mucho...
—Por dios Jay ya sabemos cómo pasó si han estado todo este pegados como conejos —respondería Kath con una sonrisa burlona.
—Pero, ¿cómo pasó? De verdad
Kath y yo compartimos una sonrisa cómplice, ella le da una palmada en su espalda a Jay.
—Ya te acostumbrarás, Adrienne ¿ya se lo has dicho a alguien más? —me preguntaría Kath con curiosidad.
—No, ni siquiera debía decírselos pero tenemos la regla de no secretos y no pude detener mi felicidad para compartírselos.
—Y solo para confirmar esto, ¿estás feliz? —me lo preguntaría con cautela y con una sonrisa sincera en su rostro.
—¡Totalmente! Estoy feliz por esto, así que ustedes están al tanto pero tienen que mantenerlo bajo secreto por ahora ¿de acuerdo?
—Estamos muy felices por ti Adrienne, sin duda alguna será un bebé muy amado por todos nosotros y serás la mejor mamá no dudes de ello —diría Kath mientras se acerca para darme un abrazo —Voy a ser tía, no puedo creerlo.
