⬭. ֶָ֪ 𝗔𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗨𝗻𝗶𝗱𝗼𝘀

９０

—¡Wooyoung!¡Espera!— Tomó el brazo de su novio— Déjame explicarte ¿Si? Por favor— Lo miró suplicante.

—¿Por qué ese imbécil notará de llamarte?

—No lo se, el llamo una vez y lo mande al demonio, bloquee su número, creí que solo fue para molestar pero me llamó de otro número y siguió así, no se que quiera porque jamas dejo que hable— Se acercó a él— Te lo juro, bichito, te juro que no sé porqué está haciendo eso.

—San— El pelinegro bajo la cabeza— Mierda, nunca debiste irte con él, es sólo un maldito dealer llamando a la policía todo se hubiera solucionado— San asintió.

—Sólo quería que se alejara de mi hermano, no lo pensé ¿De acuerdo? Pero te juro que no se porque me llama— Tomó sus manos— Estoy cansado de tantas discusiones, estamos haciendo todo para poder llevar una relación tranquila, sé que te inquieta que de nuevo este consumiendo drogas, pero no es así— Soltó una de sus manos para acariciar su mejilla— Bichito te lo juro por lo que más amo.

—No solo me inquieta eso, dulzura— Murmuró.

—¿Te inquieta que Hyunsuk aun sienta algo por mi? Porque si es así, déjame decirte que ni en un millón de años me volvería a meter con él— Negó con su cabeza— Te amo a ti, y solo quiero estar contigo, ya te dije que no me fui por gusto... O y si crees que lo bese, Jung Wooyoung te juro que eso si me molestará, o peor que creas que me beso y no lo golpeé.

—¿Lo golpeaste?

—No intento besarme, pero lo puedo golpear por todo esto— Wooyoung sonrió.

—Te amo dulzura— Abrazo su cintura, San lo beso y fue correspondido al instante.

En que momento San terminó empotrado contra la pared con Wooyoung mordisqueando su cuello, no saben, tan solo saben que de lejos escuchaban como un teléfono se escuchaba pero tan solo lo ignoraban, ese momento era de ellos y nadie les iba a cortar la inspiración, al menos hasta qué la puerta fue golpeada con brutalidad, cosa que no solo los asustó sino que corto el momento.

—¿Que mierda?— Gruñó San— Dónde sea ese imbécil.

Wooyoung lo soltó y San tuvo que ir a ver quien era, al abrir frunció el ceño encontrándose con el culpable de que su novio estuviera inquieto.

—Te he llamado y no has respondido...

—¿Y por qué debería responder? Te dije que me dejaras en paz— Aquel rubio hizo a un lado a San para entrar— ¡Oye!

—¿Wooyoung?— El pelirrojo alzó una ceja— ¿Que sorpresa? No sabía que eras su novio, no lo mencionaste.

—¿Por qué tendría que decírtelo a ti? Lárgate y déjame en paz— Hyunsuk asintió.

—Tranquilo, solo venia a entregarte esto, gracias por la ayuda— San sintió como su alma dejó su cuerpo cuando Hyunsuk mostró dos pequeñas bolsas con un porro.

—¡¿Que demonios estás haciendo?!¡Lárgate de aquí!¡Y llévate tu porquería!— Soltó casi histérico.

—Pero Sannie...

—¡Que te vayas!— El rubio sonrió y comenzó a retirarse sin antes dejar su obsequio en una pequeña mesa que había junto a la puerta.

—Que tengan un buen día— San azotó la puerta al cerrarla.

—E-esto no es lo que imaginas, y-yo no, él quiere, ¿Bichito?— Wooyoung paso sus dedos por su cabello— Recuerda lo que dije, es verdad, es verdad— Repitió, solo que no parecía que se lo estuviera diciendo a Wooyoung.