Capítulo de bono: Profundamente enamorada...

1.7K 92 7
                                    

Mis manos acariciaban sin pudor las piernas desnudas de Selena.

—Mi amor — le hablé bajo y besé sus labios.

—Mmmhm — gimió y se removió de la cama dándome la espalda.

Me mordí el labio inferior, no importaba cuántas veces la haya visto desnuda, me enloquecía.

—Definitivamente eres mi alarma favorita — habla con voz ronca adormilada.

Sonreí — ¿Descansaste bien? — pregunté.

Se dio la vuelta y me abrazó — Desde que estás conmigo lo hago — habló y subió su rostro para besar mi frente.

Cerré mis ojos y mis manos buscaron su espalda suave.

—No quiero que vayas a trabajar hoy — me quejé.

Se acostó boca arriba sin soltarme y atrayéndome a ella, posicione mi cabeza en sus senos y dejé un beso, y con la yema de mis dedos acaricie su vientre plano.

—Aún no puedo creer que estemos juntas — dije sonriente — no sabes lo feliz que soy — me pegué mas a ella.

Su mano acariciaba mi cadera — Cariño, últimamente estas muy cariñosa, no es que me moleste pero...— dice pensativa — ¿esta todo bien? — pregunta y abre sus ojos.

Me derretí al ver sus ojos chocolate observándome, ella no sabía que si antes me había enamorado de sus tratos, ahora me tenía en sus manos, porque ahora es aún mejor que antes.

—Solo sé que te amo — dije con voz baja, ya que todavía se me hacía difícil declararle mi amor.

Se movió un poco para acariciar con su otra mano mi rostro y dejó en mis labios un casto beso.

—Yo tambien cariño — suelta.

—Más te vale porque soy tu novia — dije juguetona y ella me abrazó sonriendo.

—Eres imposible cariño — dice sonriente.

No hubo respuesta de mi parte, solo aspiré su olor, tenerla así me embriagaba lo suficiente como para que no me importara nada a mi alrededor.

—Recuerda que esta noche saldremos a cenar — me recuerda.

No lo olvidaría, todos los viernes tenemos citas, todas las semanas me sorprende con algo, siempre hay algo nuevo entre nosotras.

—Solo quiero que me ames — digo de pronto.

Tenía tanto miedo al mismo tiempo de perderla.

Llevábamos seis meses de novias y hace dos semanas nos habíamos peleado por una tipa que le coqueteó y no lo pude soportar, aunque mi madre me lo había advertido que estar con Selena no iba a ser fácil, porque llamaba la atención y era todo lo que una mujer puede desear.

—Cariño — llamó — mírame — me pidió y yo subí mi mirada, juro que podría perderme en su mirada profunda y hermosa — no nos conocimos de manera normal y lo sabemos — dice y besa mis nudillos — pero desde esa noche que tuvimos en el yate, dijimos que no habría mentiras, ni habría secretos, y tu eres la mujer que quiero a mi lado — me asegura y yo beso sus labios.

Estaba segura de ella, pero tenía miedo que mi poca perfección la alejara.

A pesar de mis negaciones y de una larga sesión de besos nos levantamos de la cama, Selena había modificado su horario y también eso fue gracias a Gabrielle que se metió de lleno a las empresas de Selena, si que ahora madre e hija trabajaban juntas.

Mi relación con Gabrielle era buena, podría decir que éramos cómplices cuando se trataba de molestar a Selena.

—Tu café, mamá — Gabrielle le entrega una taza a Selena y me mira divertida — ¿te mordió Drácula anoche? — pregunta divertida ocasionando que Selena casi se ahogue con el café.

Amor Prohibido •| Selena Gomez |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora