Capitulo Uno

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Hoy estaba muy nerviosa, sabía que hoy mi vida daría un cambio de ciento ochenta grados.

Mi móvil timbro, nerviosa lo desbloquee para leer el mensaje que tanto había temido y que había esperado toda esta semana.

"El chofer está ya afuera de tu universidad esperándote, te traerá hacía donde estoy, no tengas miedo"

Me mordí el labio, el hecho que me diga que no tenga miedo, causa que tenga más miedo.

Suspiré y me dispuse a contestar.

"No tengo miedo, nos vemos"

Lo envié y observé la entrada de la universidad, suspiré al notar que un hombre de unos cuarenta y siete años estaba parado en un Rolls Royce Sweptail.

¡Amanecimos bravas! Exclama esa voz interna, pues yo no tengo miedo, la tremenda pinta que tiene.

Negué, tal vez si la ignoro deja de hablarme al menos unos cinco minutos, necesito en serio ir a un psicólogo, no me parece normal discutir conmigo misma.

¡A mi si eh!, aunque me ignores voy a seguir hablando, además entre las dos tomamos mejores decisiones.

—Buenas tardes — saludé cuando estaba cerca de él y pasando de esa voz interna que empieza a irritarme de más.

—Buenas tardes señorita Beckett — fruncí el ceño — mi señora me ha entregado una foto de usted, para que no haya equivocación — era como si me hubiera leído la mente.

Confirmo suelta esa voz molesta.

Abrió la puerta del auto más lujoso que había visto en mi vida, yo por mi parte me acomode en los asientos de atrás.

—¿Está lejos? — pregunté cuando él se sentó en el asiento del piloto.

Negó — Se encuentra cerca — respondió y puso en marcha el auto.

Los nervios y el miedo recorrían todo mi cuerpo, aún no podía creer que yo estaba a punto de hacerlo.

Inclusive para mí era lo peor del mundo, y ahora yo estaba apunto de entrar a este mundo.

Quizás tenga un poco de curiosidad.

Había hablado con otros antes pero me había convencido ella, porque simplemente era chica y creí que sería más fácil, sin contar que solía y suele responder lo justo, es tan misteriosa que ni siquiera he visto su rostro y eso es lo que me pone aún más nerviosa.

Solo espero no equivocarme con ella.

No soy heterosexual, tampoco se si soy lesbiana o quizás bisexual, ya que nunca me había llamado la atención ningún chico pero tampoco una chica, solo sé que en este momento necesito el dinero y es la forma más fácil de conseguirlo y conseguir más de lo que me puede dar un trabajo de medio tiempo.

—Hemos llegado — responde el señor que aún no me dijo cómo se llamaba.

Aclaré mi garganta y antes de que yo misma pudiera abrir la puerta, ya él lo había hecho.

— Gracias— respondí viéndolo — ¿cómo se llama? — pregunté un poco nerviosa.

—Soy James — responde — por favor sígame — pide.

Asiento y cuando bajo, observo la enorme mansión donde estaba, ¡mierda!, ¿en que me metí?, tenía dos niveles de color gris y enormes ventanas de cristal.

La entrada era un enorme jardín con pinos y yo solo solía seguir a James a unos pasos mientras observaba todo a mi alrededor, no podía estar más nerviosa, aterrada y con ganas de correr que ahora, pero no podía ya que, si no lo hacía el depósito que ella prometió no se llevaría acabo.

Amor Prohibido •| Selena Gomez |•Where stories live. Discover now