Había llegado a casa de Sue tarde. En realidad no quise discutir, así que preferí seguir con nuestra rutina.
Los pensamientos vagos llegaban a mi cabeza y no podía borrar lo que había tratado de olvidar todo el día.
El departamento estaba completamente a oscuras. Era extraño, siempre me esperaba.
—Vienes tarde — escuché su voz y me acerqué al sofá.
—Lo siento — me excusé.
Se levantó y encendió la luz, me miraba con el ceño fruncido.
Estaba molesta. Para mi desgracia lo estaba.
—Me preocupé, mira la hora que es y no contestas el móvil — habló suave.
Asentí.
La estoy volviendo loca.
—Lo lamento mi amor, es solo que quería respirar — mentí.
Me examina un momento y asiente dudosa — Bien, ¿tienes hambre? — pregunta y yo niego — te había guardado algo de comida — me anuncia.
—No, estoy bien — dije y me aproximé a ella.
Sus manos se abrazaron a mi cintura y las mías a su cuello.
Empezó a besarme el cuello, lo sabía. Cada vez que quería que estuviéramos juntas lo hacía.
—Dejemos esto para mañana — dije aún con los ojos cerrados.
—Anda amor, será rápido — pide ya con voz ronca y empezando a esparcir besos mojados.
Busqué sus labios y la besé apasionadamente, fruncí mi ceño mientras nos besábamos.
¿Por qué ya no sentía lo mismo?
No puedo decir que nuestros encuentros fueran malos, pero tampoco eran tan apasionados.
—Vamos a la cama — le dije tomando cada costado de su bata de pijama.
Asiente sonriendo — Esta vez yo quiero estar arriba — me pide.
Sonreí sin decirle nada.
Al día siguiente nos encontrábamos en su cocina, me había levantado a prepararle su desayuno y su café. Como cada día que me quedaba con ella.
—Sigo pensando que deberías de mudarte — me vio por el rabillo del ojo.
Sonreí incómoda.
—No quiero dejar a mamá sola — respondí dejándole la taza de café enfrente de ella.
Bajo el periódico y me sonrió — Gracias mi amor.
—No es nada — respondi.
—Ya tu mamá está muy bien, tiene un buen trabajo, así que no creo que se sienta sola — me mira expectante.
Solo no quiero formalizar algo que aún no estoy segura.
—Me gusta estar con ella, pasé mucho tiempo dudando y pensando que quizás ya nunca estaría con nosotras — respondí sincera mientras me servía café — así que quiero estar con ella.
—Entiendo — dijo en tono molesto.
—Abigail te mandó saludos — cambié de tema, tratando de relajar el ambiente.
—¿Ya regresaron? — pregunta con un tono más relajado.
Asiento — Apenas ayer, estaba muy feliz. Se tomaron mucho tiempo para convivir solos y desconectarse del mundo — sonreí.
ESTÁS LEYENDO
Amor Prohibido •| Selena Gomez |•
Fanfic¿Serías capaz de vender tu virginidad?, si lo hicieras, ¿cuánto estás dispuesta a cobrar? Paula en un momento de desesperación se metió, en un mundo donde le costará mucho escaparse. ¿Te enamorarías de quién pagó por tu virginidad? ¿Que pasaría si t...