Especial: Selena versión II

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—Dijiste en una semana y pues, ya pasaron seis meses — dije viendola por la pantalla de mi computadora.

Sonrió, está de buen humor.

—Mandy me dijo lo que hiciste — guarda silencio —y confirmé de nuevo que eres mi mejor creación, lo hice muy bien — se auto elogia.

—Solo le recordé porque llevo su sangre y la tuya — comenté.

Soltó una risita divertida, seguramente lo está disfrutando más de lo que pensé.

—Está viviendo con Dante, no pensé que la echarías de tu casa y que le quitaras el dinero, la verdad, pensé que eras más débil de carácter, aunque de nuevo, recordé porque eres mi favorita —habla divertida.

Suspire pesadamente.

—Le advertí muchas veces que no interviniera en mi vida y lo hizo, solo elimine las fugas económicas y ella era una, no es primordial ni menos funcional — respondí desinteresada.

Asintió — Fue lo que te enseñé, eliminar lo que no te sirve, liquidar lo que te estorba — sonríe.

—Sigo furiosa con ella, así que si sabe lo que le conviene, espero que no haya tratado de persuadirte de que intervinieras conmigo — la miré seria.

—Tu madre es tan estúpida que te atacó y no lo ocultó, aparte de ella nadie más podría haber filtrado las fotos, mordió la mano que le da de comer, así que te felicito por haber tirado a la basura a esa perra malagradecida — sonrió.

Por un momento había olvidado lo cruel y directa que podría ser cuando alguien no hacía lo que quería.

Por suerte aún la tengo de mi lado.

—Está vez fue diferente — hablé removiéndome de mi silla — siempre supe que fui un error pero que me lo dijera en la cara fue... — suspiré y acaricié mi sien con la mano izquierda.

Frunció levemente el ceño y su mirada se volvió más profunda.

—Han pasado más de quince años, desde la última vez que tuvimos una conversación cómo está, es como un déjà vu, cada vez que dejas que tus instintos carnales te ganen todo se sale de control — ya se había tardado, asentí en silencio — la diferencia es que hace quince años, me aseguraste que lo cambiarías, ¿no te esforzaste lo suficiente? — pregunta.

Suspiré frustrada, odiaba este tipo de conversaciones ya había tenido suficiente escuchando los rumores y las historias que crearon después de mi magnífica salida del closet.

—Tenía dieciséis cuando pasó — respondí obvia — también sabes que no fue porque lo haya querido en realidad, todo fue porque sabía de lo que eres capaz y aún lo sé — respondí relamiendo mi labio inferior.

Asintió satisfecha por mis palabras —He logrado verte convertida en una mujer adulta, eres tan hermosa como lo pensé — habla con suspiro ahogado — eres un diamante en medio de bronce y aún no sabes la diferencia entre deber y deseo — gira para un costado y sus manos reciben una taza de té.

—He tomado una decisión — repliqué y ella me miró atenta —no voy a fingir que nunca pasó, tampoco buscaré excusas y menos desmentir a mi madre — sentí un deseo de rascar mi antebrazo, me ponía nerviosa, más de lo que pensaba — Gabrielle fue quien nos vio, fue mi culpa el no haberle dicho a ella lo que pasaba conmigo y también fue el querer pensar que trabajando como lo hago iba a poder escapar de aquel deseo, soy como soy— iba a continuar pero me hizo una señal de alto.

—Odio cuando vacilas para decirme la verdad, ve al punto Gomez — exigió.

Mordí mi labio inferior, estaba segura de lo que quería hacer, pero ahora mis nervios están atacando.

Amor Prohibido •| Selena Gomez |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora