Amor Prohibido •| Selena Gomez |•

Capítulo Treinta y Cuatro: Besos Apasionados...

Con cada día que pasaba, la intensidad de nuestros besos cambiaban, y podía notar lo relajada que se mantenía Selena a mi lado. Ya había pasado un mes, inclusive yo había salido de clases, Abigail se había ido de viaje con Liam, mi hermana me había dicho que también se iría de viaje, y la relación entre Gabrielle y yo se había hecho muy estrecha, al igual que la relación que tenía con Selena.

—Ten cariño — me entrega una copa de vino.

La tomé de inmediato y le sonreí — Gracias linda — agradecí el gesto.

Me mira de reojo, guardando algunas hojas blancas en un folder amarillo — Seguramente estarás cansada, deberías de ir a dormir, yo iré luego de acabar todo — baja de nuevo la vista para terminar de organizar.

Niego — Prefiero quedarme contigo, además seguramente todos se fueron a dormir — me acerco poco a poco sentándome en el borde del escritorio.

—Me gusta esta vista — me dice y yo sonrío.

En unos minutos termina de guardar los documentos en sus folders, y se posiciona enfrente de mí.

—¿Estas cansada? — pregunté y ella niega — entonces me alegra, porque ahora si te vas a cansar — digo dejando mi copa en el escritorio y desabotonando los botones de mi camisa rosa.

Me observa cómo voy quitando botón, tras botón — Te he esperado durante todo el día, en la noche me merezco mi recompensa — digo mordiéndome el labio.

Me estaba aprovechando de este momento, que todos estaban dormidos para seducir a Selena, cada día que pasaba me volvía más segura para hacerlo, además siempre tenía la misma reacción, le era imposible quitarme la mirada de encima y esa media sonrisa que me excitaba.

—Te la mereces — su respiración es más fuerte de lo normal, sus manos se posan en mis hombros y las mías en su cintura.

—Mañana, ¿podríamos ir a desayunar?, escogí un lugar muy lindo, solo pensé en ir juntas — susurré sobre sus labios.

—¿Mañana?, claro cariño — responde rozando su nariz con la mía, con sus ojos cerrados.

—Me encanta tu perfume, ¿cómo haces para siempre tener ese olor tan...tan de ti? — pregunto besando su cuello y bajando mis manos hacia su trasero.

Soltó una risita —No sé de dónde apareció esta Paula segura pero...— se calla al sentir mis labios bajando entre sus senos.

—¿Pero? — pregunté incitándola a continuar.

—No juegues conmigo — responde y busca mis labios para besarme.

Mierda y aquí empezaba de nuevo, nuestros labios moviéndose al compas de los suyos, sus manos buscaban mi cintura y la mias ahora se aferraban a su cuello.

Al separar mis labios de los suyos me apresuré a hablarle para asegurarme de su respuesta—Entonces...— digo sonriendo abrazada a ella.

Bufa — Si, Paula — responde — pero me encanta, me encantas más que antes — y sus labios buscan mis labios en un beso desesperado.

Me empuja poco a poco para acostarme en su escritorio, pero el ruido de un estruendo nos hizo separarnos.

Me senté enseguida y sentí como mis mejillas querían quemarse en este momento, la más sorprendida fue Selena que me soltó de inmediato para acomodarse, me miró y la miro manteniendo la calma.

—¿¡Qué significa esto?! — grita al salir del trance luego de vernos por unos segundos, su voz estaba en un hilo, sus mejillas rosas y se le notaba muy molesta.