Me dejé caer encima de su cuerpo, nuestros senos rozaban entre sí, ocasionando que la fricción me hiciera aún gemir, nuestras respiraciones eran irregulares y sus manos acariciaban mi espalda desnuda y dejaba pequeños besos en mis hombros.
Apenas hace unos minutos me había corrido y aún mi cuerpo deseaba más.
No recordaba cuándo fue la última vez que me sentía así, satisfecha y cansada, aún sentía mi cuerpo con temperatura elevada, mis piernas temblaron por última vez y sus brazos se aferraron a mi espalda y mi cintura.
Escondí mi cabeza en el hueco de su hombro y cabeza, el olor de su cabello inundaba mis fosas nasales, me llenaba de calma.
Estábamos sudadas, pegajosas pero satisfechas, al menos yo lo estaba y su respiración era exactamente como la mía así que supongo que lo está.
—Cariño, mi móvil — me dijo con voz suave intentando moverme de arriba.
No respondí pero tampoco me inmute, quien fuera la persona que le estaba llamando podría hacerlo después.
Sonrió y dejó escapar un suspiro, para luego sólo volver a hacer lo que estaba haciendo hace apenas unos segundos, acariciar mi espalda.
—¿No crees que deberíamos de vestirnos? — preguntó y besó mi cabeza.
Suspiré pesadamente, me gustaba estar así, no sabía porque ahora me sentía muy tranquila, y no quería desaprovechar lo que ella podía darme, quería quedarme todo el tiempo posible así.
—No — me rehusé ya que sentir su piel suave y caliente empezaba a convertirse en algo que estaba disfrutando más de la cuenta.
Sonrió — Podría entrar alguien — gruñi en negación — hasta Amanda — al escuchar el nombre de mi madre me separé de ella para verla frente a frente.
—Tienes razón — dije.
Estaba a punto de levantarme pero sus manos tomaron mi barbilla y me besó en los labios.
—Ahora sí — me soltó y yo me levanté de sus piernas.
Recogí mi vestido que estaba en el suelo y mi ropa interior, volteé a verla y me miraba detenidamente con una ceja arqueada y mordiéndose el labio.
Sus mejillas aún seguían rojas y sus pupilas aún seguían dilatadas.
—¿Te gusta la vista? — pregunté juguetona.
—No mucho — respondió en tono divertido y negué apartando la mirada.
Me vestí en silencio ya que no sabía qué decir ahora. Me imitó y pasó cerca de mí, la observé.
Había dejado algunos rasguños en su espalda y unos pequeños, bueno no tan pequeños chupetones, se puso su ropa interior y pantalón, no le había quitado el sujetador así que solo lo subió de nuevo.
—Ahora no sirve — me dice viendo su blazer ya que no tenía los botones.
—Lo siento — aunque no me sentía culpable de eso.
No respondió, solo se detuvo en frente de mueble que pensé que era de adorno, pero no, abrió y sacó un jersey cuello alto ajustado color negro.
Arqueé una ceja, estaba a punto de preguntar pero empezó a hablar.
—Siempre tengo ropa extra, muchas veces se me hace tarde y suelo quedarme hasta el siguiente día, así que — quita el gancho de ropa para ponérselo y luego se coloca el blazer.
Sacó un pequeño recipiente de vidrio y se echó perfume. Luego lo echó en el aire y pasó a los alrededores, supongo que quería quitar el olor a sexo que había en la habitación.
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Amor Prohibido •| Selena Gomez |•
Fanfiction¿Serías capaz de vender tu virginidad?, si lo hicieras, ¿cuánto estás dispuesta a cobrar? Paula en un momento de desesperación se metió, en un mundo donde le costará mucho escaparse. ¿Te enamorarías de quién pagó por tu virginidad? ¿Que pasaría si t...