XVII

107 9 12
                                    

Tiemblo como si estuviese en el polo norte completamente desnuda, cuando lo cierto es que voy con mis pantalones negros, mi top ajustado del mismo color y un chaquetón gigante.

No estoy en el polo norte, pero lo parece.

¿Desde cuando las temperaturas han bajado tanto? Una cosa es que me guste el viento fresquito, y otra es que haya una ventolera que podría llevarse hasta mi alma por el camino. Eso sí, la trenza que me ha hecho mi amiga sigue intacta.

—¡¿Por el telenoticias dijeron algo de una tormenta?! —grita Willow agarrándose a mi brazo.

Siento que si no fuera porque Darren tira de mi mano, saldríamos volando las dos. En cambio, Ryker, va con sudadera. ¡Una jodida sudadera! Nada más. Juro que si no fuera porque tenemos Netflix gracias a él, le pegaría un buen sermón. ¿Cómo puede estar tan tranquilo caminando con solo eso? Prefiero no pensarlo, debe tener alguna mutación de la que no sabemos. Tanto que le gustan los aliens quizás se le ha terminado pegando algo.

—Dijeron temporal agitado —dice Darren que se ríe mientras nos ve taparnos los ojos.

—Puto cambio climático —me quejo por lo bajo.

—Si te pones a hablar ahora mismo de ese tema voy a terminar llorando por todos los animales que van a perder sus casitas en el Polo Norte —dice Willow.

—Yo voto porque los humanos nos extingamos y así ellos puedan vivir con tranquilidad.

Aunque tenga las gafas puestas, es imposible que alguna vez se me meta algo en el ojo. ¿Los cristales no deberían servir de algo? Mi grupo de amigos de la universidad, en el que se encuentra Logan, han dicho de salir a tomar algo a un bar musical o algo así. Se ve que hay un karaoke, aunque creo que ahora mismo nadie está pensando en ponerse a hacer un show porque sí. Willow solamente canta en las cabinas de producción, por lo que me ha contado, dice que aún no se siente preparada para mostrar su voz al mundo. Y lo entiendo, enseñar algo que te apasiona a tanta gente mayoritariamente desconocida puede ser aterrador. El miedo al rechazo es abrumante.

De repente, otra ola de aire que podría hacernos salir por los cielos da con fuerza.

—¡Agitado una mierda! ¡Esto parece uno de esos documentales de supervivencia! —me quejo.

—Sois unas quejicas —Ryker se acerca a mi amiga y le pasa un brazo por encima para acercarla y así darle un poco de calor.

—¡No empieces! —le advierte Willow.

—Encima que me comporto como un caballero —finge estar ofendido.

—¿Dónde está ese bar? —me pregunta el pelirrojo que aún me agarra la mano con fuerza, en serio, este viento da demasiado fuerte, eso es lo que me lleva a agarrarme a su brazo directamente.

—A dos calles más abajo —intento decir, pero creo que mis labios están más secos que el desierto del Sáhara—. ¿Llegaremos de una pieza? —le pregunto bromeando.

—Supongo que lo descubriremos durante los próximos segundos —responde guiñándome un ojo.

Por suerte, el local por dentro es mucho más acogedor y calentito. Me iba a quedar sin dedos a ese paso, y los aprecio mucho a decir verdad, no me gustaría perderlos. No me agradaría tener nueve dedos en las manos en vez de diez. Logan se lanza casi encima de Darren, y este se ríe y le da un par de palmaditas en la espalda. Yo saludo con una sonrisa tímida a Stella y a los demás. Paul me señala el sitio a su lado y lo acepto con agradecimiento. Willow seguidamente se sienta a mi lado, Darren y Ryker terminan casi en la otra punta. Han logrado juntar varias mesas, así que cabemos muy bien, aunque no puedo ver mucho el local, porque mi vistas son una ventana de cristal que muestra la calle con luces.

Cállame con besos [COMPLETA]Where stories live. Discover now