Tras su muerte, el abuelo Lee dejó su herencia para uno de sus cuatro nietos mayores. El único requisito es que tendrán que dejar la casa de los padres e irse a vivir a la mansión del anciano por un año, y claro, tendrá que fingir estar en una relac...
—De verdad los odio. —Sungchan rodó los ojos. —Te dije que quería estar con Donghyuck y me dijiste que no, ahora me entero de que Ten está con tu primo y ¡Es tan injusto!
Jung Sungchan infló las mejillas, estaba enojado, había escuchado un rumor de que Ten se iba a ir de intercambio, pero se sorprendió de verlo en el salón y se sorprendió cuando empezó a hablar con Yangyang y Renjun de un sujeto llamado Taeyong. Ya después le explicaron.
Los jóvenes salieron de la escuela y se dirigieron al estacionamiento.
—Ahora viven juntos y yo no. ¡Renjun! —Cantó Sungchan. —¿No tienes otro primo?
—No. —Renjun negó. —Mi primo ni siquiera sabe que Ten es nuestro compañero de escuela, dios, Johnny lo matará si se entera quién es realmente. Así que preferiríamos que ya no hubiera problemas. ¿Entendiste Ten?
—Ya sé, ya sé. No me descubrirá, lo prometo. —Ten ladeó su cabeza. —Además nuestro papel es convincente. Los trabajos en equipo serán más fáciles.
—¿Y qué se supone qué harás con las prácticas Ten? Inician en un mes y debes entregar papelería... Los convenios pasan a manos de los de Recursos Humanos e incluso de los CEOs. ¿Quieres morir? —Yangyang se veía muy preocupado.
Ten rodó sus ojos. Yangyang y Sungchan iban a hacer prácticas de ingeniería aeroespacial, ya habían solicitado cupo para la empresa que querían. Ten no podía elegirla, incluso ahora era difícil si quería irse con Renjun...
—Lo pensaré... Cuando llegue el momento, me preocuparé realmente.
—Bueno, igual.... Ya llegaron por mí. —dijo Jung con una sonrisa. —Debo irme, nos vemos mañana.
Los otros tres se despidieron y entraron al auto que Yangyang conducía. Ni siquiera llamaron a Jaemin porque sentían que ya habría vuelto a casa con su "sexy" guardaespaldas. Jaemin era tan obvio cuando le gustaba alguien.
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—Lamento el retraso. —Taeyong se disculpó una vez más.
—No se preocupe señor Lee, Jisung necesitaba algo de tiempo. —El profesor Doyoung le dio una cálida sonrisa.
Jisung levantó el rostro, sus ojos se veían hinchados y rojos. Había estado llorando. Taeyong se sentía nostálgico y una parte de él admiraba a su hijo, su hijo podía llorar el que su padre hubiera muerto, Taeyong no se sentía suficientemente valiente como para hacerlo, porque si lloraba sabía que no iba a ser capaz de sanarse y levantarse.
—No está mal llorar. —Dijo Doyoung como si le hubiera leído la mente. —Las pérdidas siempre involucran sentimientos, emociones, recuerdos y momentos que jamás volverán. Si quiere hablar con alguien también puedo escucharlo.
Taeyong sonrió, sentía que daba lástima a los demás, así que rápidamente cambió de expresión.
