ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Recuerdos

"A la mierda todo."

Se había encerrado en la habitación que compartía con ese idiota que antes consideraba su alma gemela. Pocos minutos después de terminar de manera apurada la carta se había encerrado en el baño y no saldría de ahí. Por lo menos no iba a salir vivo de ese baño.

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— Pensé que era broma cuando dijiste que podíamos salir en una cita, había creído que habías arreglado las cosas con ya sabes quién.

Moon hace una mueca de disgusto y niega con la cabeza. Ambos chicos habían salido a caminar, Monty y Moon. Estaban teniendo una cita improvisada que habían planeado un día antes por la noche, solamente saldrían a caminar y harían lo que sea que se les cruzara por la mente. Moon tuvo la idea de ir a una cafetería que estaba cerca de ahí para comer algo y charlar.

Moon no quería hablar de Lyan. Estaba enojado con si mismo, no entendía porque se había puesto celoso del mejor amigo del solecito si básicamente no eran nada.

— Ah, ojalá no tener que dormir en la misma habitación que él. Es tan ruidoso cuando hace su rutina diaria para irse a trabajar, no me deja dormir.

— Podrías pedir que te cambien de habitación con Chica. Ella se lleva bien con Lyan.

— Dejemos de hablar de él, me voy a poner de mal humor.

— Okay enano.

— Basta de llamarme enano.

Odiaba ese apodo pero no lo detestaba tanto cuando salían de los labios de Monty.

En lo que estaban caminando se habían cruzado con un parque, tenían que atravesarlo para poder ir a la cafetería. En ese momento Moon voltea a ver a los niños que estaban jugando en ese lugar y por alguna razón eso había causado una pequeña punzada en su cabeza.
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^ Un chico rubio balanceadose en un columpio, parecía estar riendo mientras miraba en dirección a Damián.

Su rostro era algo borroso, no podía reconocer quién era.

— ¡Vamos, empujame! — Esa voz... Le parecía conocida.

— Ugh, eres tan infantil.

— Lo soy, pero así me quieres, mi lunita. — Una carcajada por parte de esa misteriosa persona.

Era una risa tan preciosa, se había quedado hipnotizado por aquella risa y esa hermosa sonrisa que apenas podía identificar. De repente estaban solo ellos dos.

— Moon... Moon... ¡DAMIÁN! ^
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La voz de Monty llamando su atención hizo que volviera a la realidad.

¿Qué había sido eso? Estaba bastante confundido. Seguro que estaba soñando despierto, aunque le sorprendía ya que eso nunca le había pasado.

— Vaya amigo, ¿qué tantos ves a los niños? Sé que los odias pero no pienses en forma de torturarlos en éste momento, tenemos cosas más importantes que hacer. Tengo hambre.