ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Recuerdos

A pesar de estar completamente hecho un desastre había salido de la pizzería y se sentó fuera de la entrada. Necesitaba aire libre y estar a solas para poder pensar bien las cosas. Mira hacia la nada, no había gente en ese momento ya que era un poco tarde y ya habían cerrado la pizzería, la hora de dormir no tardaría en llegar. Mira sus brazos por un momento.

Quería que las ideas tan enfermizas salieran de su cabeza.

No quería rendirse una tercera vez pero la vida se le estaba complicando demasiado, había perdido lo único que amaba y le hacía feliz. Ni siquiera la alegría de ver a los niños jugando era suficiente para hacerlo sentir bien.

— ¿Por qué es tan difícil tener una vida feliz? Todo estaba tan bien, hasta ese día.

Había preguntado a la nada, por lo que la repuesta había sido puro silencio. Ese silencio que no era incómodo y por alguna razón era relajante.

— Tengo que acabar con éste sufrimiento.

Nuevamente el silencio. El viento chocando contra su cara, cierra sus ojos por un momento disfrutando de la ventisca, su cabello se removia en dirección al aire, era tan relajante ese momento, el suave sonido de los grillos escondidos por los alrededores. Una pequeña sonrisa se forma en sus labios y abre lentamente sus ojos.

Levanta la mirada encontrándose con las estrellas que adornaban el cielo nocturno, podía ver docenas de estrellas. Después estaba la Luna, oh, bellísima Luna. Solamente le hacía recordar a su pareja, esa Luna que iluminaba sus días más oscuros y que estaba para cualquier cosa que Lyan necesitara. La Luna se veía tan grande, alza su mano tratando de alcanzarla pero era imposible. Suponía que las cosas tenían que ser así.

Se recuesta en el suelo para poder seguir viendo el cielo estrellado, ya no le importaba nada.

Tenía que disfrutar de su última noche. Pronto sería una estrella más entre las miles que adornaban el cielo. Por ahora solo contaría las estrellas mientras pensaba en cosas irrelevantes.

────ೋღ 🌙 ღೋ────

Lyan había despertado en su cama, se había saltado el trabajo. Aunque realmente eso ya no le importaba, era lo mínimo de los problemas que podría tener ahora.

Al observar a su alrededor nota que estaba en la habitación, Moon estaba en su cama dormido abrazando una almohada. Lyan no puede evitar pensar que esa almohada debería de ser él. Se le veía cómodo, al contrario de cuando estaba en el hospital, recuerda que a veces llegaba a la habitación donde estaba Moon y lo encontraba dormido, siempre en la misma posición pues al parecer era molesto y algo doloroso moverse para dormir en otra posición, ahora tenía más libertad para moverse al dormir.

— Buenos días.

Susurra, fue lo más silencioso posible y se acerca a la cama donde estaba Moon, después de casi 2 meses podía verlo dormido justo cuando el despertaba, era algo que había extrañado en esos últimos días. Acomoda un par de cabellos que tenía en su frente para poder dejar un beso en esta, Moon frunce el ceño pero no se había despertado, estaba agotado del día anterior así que seguro seguía durmiendo. Era la última vez que podría verlo de esa manera.

Lyan se acerca al escritorio que tenían en la habitación y tomaría una hoja de papel, toma una pluma para poder escribir y se sienta para poder empezar a redactar una carta, solamente iba a escribir una sola carta para cualquier persona que lo viera y cuando decía que para cualquier persona lo viera... Voltea a ver a Moon. Era el único que podría verla seguramente, la dejaría en la mesita de noche al lado de la cama de Moon. Sería su decisión si mostrarsela a alguien más o no.