VOL 5 Capitulo 13 Aquella espalda

721 85 10
                                    


Llegamos al punto de encuentro que es, el club de té, voy siguiendo a Hashimoto que se para frente a la puerta y la toca suavemente, para después decir.

Hashimoto: Con permiso.

Como una puerta tradicional japonesa se corre hacia a un lado. El interior del aula está muy tranquilo a pesar de que hay tres personas.

Son Johan, Kamuro y por último pero no menos importante Sakayanagi Arisu. Es tan silencioso que puedo comenzar a escuchar la sangre recorrer mis venas.
Eso es hasta que Hashimoto vuelve a hablar.

Hashimoto: lo he traído.

Sakayanagi asiente silenciosamente. Solo para decir con una voz suave y encantadora.

Sakayanagi: Pueden salir, necesito hablar a solas con él.

Kamuro y Hashimoto al escuchar esto revelan en sus rostros una gran sorpresa, mientras que Johan sigue indiferente pero puedo notar un pequeño tic de ansiedad en su ceja. Pero sin decir nada los tres salen mientras que yo todavía sigo de pie en la entrada del club.

Cuando Kamuro sale su mirada recorre mi rostro por completo como tratando de grabarlo en su memoria antes de irse.

Después está Johan que al salir solo me envia una mirada ansiosa, por sus reacciones puedo concluir que Sakayanagi me mandó a llamar por cuenta propia y no por intermediarios.

Cuando los tres se van y quedamos nosotros dos solos. Ella está sentado en seiza, me preguntó si por su condición no termina siendo perjudicial, aunque parece que no tiene problemas con la posición, no puedo darme el lujo de compadecerse de ella, quiero decir que más que lastima siento más miedo hacia ella.

El silencio incómodo se cierne sobre nosotros, o bueno por lo menos yo lo siento así, necesito pensar una forma no tan amenazante de decir para que me buscaba o debería esperar si dice algo. Debería comenzar con una broma, no, solo serviría para hundir más el humor.

Cualquier opción que  se me viene a la cabeza no sabría cómo llevar las consecuencias.

Sakayanagi: fufufu, ¿Por qué no te sientas? Hikigaya Hachiman-kun.

Hachiman:……. Está bien.

Con inseguridad me siento al frente de ella, igualmente en seiza, ahora que la veo de cerca, en verdad es muy hermosa, si se quedará callada no sería muy diferente a una muñeca victoriana.

Como dicen, a veces la ignorancia es una bendición, si no supiera de su personalidad, estaría saltando mentalmente de la felicidad. Por algo es una de las chicas mas lindas del primer año.

Sakayanagi: ¿Quieres un poco de té?

Hachiman: Seguro.

Trato de no mostrar tanta duda y desconfianza.

Con gracia y cuidado sirve una taza de té y me la pasa al frente mío. Tomó un sorbo, a pesar de mis glándulas gustativas ordinarias puedo decir que este te es de buena calidad. Ella solo me sonríe y sigue tomando de su té en silencio.

Vamos, maldición, di algo. Me gusta el silencio, pero no esté tan malditamente incómodo. Aunque si lo que sale de su boca son chantajes es mejor que se quedé callada.

Hay que verle el lado positivo, no todos los dias se puede tomar el té con una chica linda, si lo vemos desde otra perspectiva sería considerado una cita.

Uffffff, al menos mis pensamientos quedan en mi mente, si ella lo escuchará estaría marcando mi tumba, creo que ella sería capaz de obligarme a cavar el hueco para mi propia tumba.

Ugh, parece que he desarrollado un miedo instintivo hacia ella, y eso que solo hemos cruzado un par de oraciones, esto es malo, debo controlarme.

Sakayanagi: Entonces…….

Como para sacarme de mi mente, ella comienza a hablar.

Sakayanagi:….. te preguntarás porque te he llamado. Hikigaya-kun.

Hachiman: Si.

Sakayanagi: ¿No tienes alguna idea? Puedes decírmela, si no la tienes, no hay problema.

Claro que tengo varias ideas, pero para jugar seguro es mejor hacerme el ignorante.

Hachiman: No, lo siento.

Sakayanagi: Ya veo…..

Solo revela una mirada comprensiva, con una pizca de tristeza. Con una sonrisa que yo podría calificar como autocrítica.

¡¿Qué demonios pasa con esa expresión?!

No sé supone que deberías decir algo como “fufufufu, has caído en mi trampa” o algo por el estilo.

Antes de que pueda decir algo, vuelve a hablar con un tono cortes y elegante como se esperaría de una verdadera princesa.

Sakayanagi: Entonces déjame presentarme adecuadamente. Soy Sakayanagi Arisu. Y esta es la segunda vez que nuestros caminos se cruzan.
Ahí es cuando mi mente hizo una  implosión, todas las conjeturas y dudas que tenía se fueron a la basura.

Trató de recuperar la compostura rápidamente.

Hachiman: Lo siento, esta es la primera vez que te conozco.

Sakayanagi: tienes razón, es más como un encuentro de una sola vía.

¡¿¿Huh??!

Creo que eso solo se aplicaba hacia a Kiyotaka.

¡¡¡Mierda!!!

¡¿Cuándo fue?!

No tengo nada de recuerdos sobre ella, estoy seguro de que si me hubiera encontrado con ella lo recordaría……….

Ahora que lo pienso bien mi capacidad para recordar los rostros de las personas es pésima. Pero eso no viene al caso.

Sakayanagi: fufufu, por tu expresión definitivamente no lo recuerdas.

Sus palabras son  como una gota de agua que cae en un estanque tranquilo, a pesar de que me preparé mentalmente para esto, me ha tomado desprevenido.

Sakayanagi: Tal vez puedas unir unos cabos sueltos con el nombre de Asura Fantasma.

Click.

Hachiman: Asi que conoces ese nombre.

Sakayanagi: Correcto, me gustaría dejarte en la incertidumbre, pero eso se contradeciría con mi objetivo al llamarte aquí.

Ese apodo solo es conocido por delincuentes, al menos en la superficie solo sonaría como un caso grave de síndrome de octavo grado.

Sakayanagi: Déjame comenzar desde el principio, después de que termine lo vas a entender todo.

Sakayanagi POV Flashback (hace un año)

Estoy en el auto que conduce el chófer que mi padre ha contratado. Mi padre es muy paciente conmigo, estuvo de acuerdo con mi capricho de enfrentarme a unos de los mejores jugadores de ajedrez juvenil, debo decir que fue bastante bueno al principio sin embargo después de unas rondas más, descubrí por completo su patron lo que lo volvió predecible. Lo que lo volvió rápidamente aburrido.

no estuvo tan mal, me pude distraer un buen rato. Pero mi corazón se acelera al recordar aquel chico de esa sala blanca, es emoción por querer enfrentarme a él, quién sabe si en el futuro lograré este pequeño ahnelo.

Por el otro lado  estuve bastante entretenida que perdí la noción del tiempo. Son las once de la noche. El chófer que tiene alrededor de cincuenta años con un pelo y bigote que presentan algunas canas me habla con un tono suave. Su nombre es Tabata.

Tabata: Señorita se le nota un poco un poco feliz.

Arisu: Puedes decir eso, me entretuve un rato.

Tabata: jajajaja, como se esperaba de la señorita. Apuesto a que aplastó a aquel chico, pude ver qué en sus había bastante resentimiento.

Arisu: No es mi culpa que su incapacidad no esté a la altura de su título.

Este chófer lleva unos veinte años al servicio de mi padre, así que prácticamente me vio crecer, sería algo como un miembro subsidiario de la familia, o bueno en palabras más coloquiales un buen amigo de la familia. Por lo que no me extraña que hable con cierta informalidad.

Puedo escuchar que se ríe entre dientes pero ya no le presto tanta atención.
Tabata: Señorita voy a tomar un atajo por una de las calles en los suburbios, ya es bastante tarde, así que quiero llevarla lo más rápido a su residencia.

Arisu: Está bien. Lamento hacerte quedar tan tarde.

Tabata: No, no, no, ni lo mencioné señorita, su padre ha sido un gran empleador conmigo. Además, de que la he visto desde niña, sería algo así como una hija adoptiva para mí.

Arisu:…… gracias.

No está tan mal el afecto que me demuestra.

Después de pasar por unas calles, entra por uno de los suburbios con la calle estrecha. El silencio de la noche se hace notar, hay una gran luna llena en el cielo. Sería perfecta para una salida en el campo.

De un momento a otro siento que el coche se detiene. Estaba a punto de preguntar que pasaba, cuando en el frente, iluminado por las lámparas del coche veo a un tipo con uniforme de escuela al frente.

Tabata: Es mejor retroceder.

Estoy de acuerdo con él. Cuando giramos la cabeza para ver el camino de retroceso nos sorprendemos por qué hay alguien detrás de noticias con una llave inglesa sobre su hombre.

Un mal presentimiento se siente en mi pecho. El chófer con expresión seria, me dice.

Tabata: Señorita, voy a salir, por favor quédese dentro del auto, voy a hablar con ellos. Voy a bloquear las puertas en caso de emergencia.

Quería detenerlo, peor no encuentro otra solución. Sale del auto, y con un pañuelo limpiándose el sudor habla con el tipo al frente de nosotros. Ahora que dilucido mejor, puedo ver qué tiene el uniforme de estudiante, o eso pienso, está muy desorganizado y combinado con camiseta informal que se me hace difícil decirlo.

Tabata: Disculpa, podrías moverte por favor.

El tipo solo lo mira de silencio hasta que una sonrisa burlona se cierne sobre su rostro.

Tipo: Tienes un buen auto ahí, viejo.

Tabata: ¿Eh? Si, lo utilizo para mi trabajo.

Tipo: ya veo, ya veo. Pero viejo es bastante genial. ¿Por qué no me lo prestas por un rato?

Ahí la expresión del chófer se congela.

Tabata: Lo siento, no puedo hacerlo.

La sonrisa en el rostro de ese tipo de desvanece. Y lo mira con ojos poco amistosos.

Tipo: ¡¿Haahhhhh?! ¡¿Qué hay malo?! Solo quiero disfrutar un poco del viento en este bebé. Viejo, en verdad eres muy egoísta por no permitir que un pobre chico disfrute de su vida.

Hay demasiadas cosas mal en lo que dice y en como lo dice.

Tipo: Hice el mejor intento en hacerlo por la manera buena, ahora solo queda hacerla por la mala manera. Chicos, pueden salir.

Cuando dice esto, varias figuras salen de los lados de la calle. Llevan objetos contundentes, bates, palancas, laves inglesas, por lo que refleja la luz hay unas diez figuras que salen de la oscuridad. Pero no puedo ver más.
Contando al de atrás hay once personas.

Parece que es una situación bastante……. Mala.

La cara de Tabata está sudando frío. Y no sabe que decir o hacer.

Tabata:P-por favor, no nos hagan daño.

Tipo: Parece que hay alguien a bordo. ¿Por qué no sale?

Tabata: N-no puede, ella tiene una discapacidad.

Tabata está demasiado nervioso que revela información sin querer. La cara del tipo de vuelve aún más repugnante.

Tipo: así que es una chica. Jejejeje, es mejor que salga, así podrá pasar un buen rato con nosotros, jejeje.

No sé necesita ser un genio para inferir las connotaciones sexuales tiene. Los demás tipos detrás de él también comienzan a murmurar con risitas asquerosas. La cara de Tabata se coloca aún más pálida.

Tabata: ¡¡Por favor!! ¡No lo hagan!

Tipo: *suspiro* viejo, nos dejas las cosas difíciles, tal vez si te arrodillas y súplicas, tal vez, cabe la pequeña posibilidad de que te dejemos ir. Ya sabes, para invocar un poco de simpatía entre nosotros.

Que basura, inconscientemente mis manos se envuelven en puños y comienzan a apretarse. Ya veo, hay veces en que la violencia es necesaria. Incluso cuando todos sabemos que hace lo que dice él no la va a cumplir. Mi corazón y mente se ha llenado de disgusto hacia las personas que solo usan la violencia física para obligar a los demás.

Tabata con una expresión resignada dice.

Tabata: ……. Comprendo.

Me duele ver a alguien cercano ser obligado a esta situación por solo pasar en una calle en específica.

Está a punto de arrodillarse y todos los de alrededor estamos concentrados en él. Hasta que se escucha algo.

?????: No es necesario.

La voz de en chico se escucha .
Momentos después cae algo grande detrás de los tipos. No, más bien fue lanzado.

Tipo: ¡¡¡¡¿¿¿Qué demonios???!!!

Ese y otros gritos se escuchan de sus compañeros. Tabata y yo estamos viendo con los ojos bien abiertos el giro de los acontecimientos. Antes de que pueda volver a girar mi cabeza para ver quién está detrás al lado de la ventanilla pasa alguien.

Ahí es cuando lo veo, a pesar de la oscuridad que nos rodeaba, puedo ver claramente sus apariencia, creo que esa imagen se va a quedar grabada en mi memoria.

Un chico con pelo negro, uniforme negro, y ojos de pez muerto. Lleva una expresión cansada y exasperada.

Todos los tipos se quedan con los ojos bien abiertos y expresiones de terror absoluto, como si fuera un Dios de la muerte el que apareció. Se quedan mudos por completo.

El chico de cabello negro se dirige hacia Tabata con una voz ni lenta ni rápido, pero lo suficiente clara.

¿????: Anciano, puedes entrar al auto, podrás pasar en unos momentos.

Tabata quería protestar pero algo en la mirada del chico lo hizo retroceder, puedo decirlo porque también lo sentí así.

Así que hace caso al chico, y se mete al auto. No le digo nada porque estoy concentrada en lo que tengo al frente. El chico vuelve a hablar.

¿????: ¿Qué creen que están haciendo?

Tipo: Hachiman-san…… nosotros…….

Hachiman?: ¿Son idiotas? Estaban a punto de robar un auto y ahora están como unos niños regañados.

Los tipos se quedan quietos sin decir o hacer algo. El chico que supongo que se llama Hachiman, los mira fríamente.
Hasta que suspira y dice.

Hachiman: Tienen dos opciones, la primera es que se larguen de mi vista en este instante, no quiero volverlos a ver y la segunda…… jejejejeje….

La segunda opción parece sonar bastante mal porque ya la conocen.

Los tipos parecen entrar en un dilema, y se miran entre ellos, hasta que el tipo principal dice.

Tipo: ¡¿Qué demonios estamos dudando?! ¡Es solo un tipo, además de que estamos armados! ¡Somos diez nosotros podemos con el!

Sus palabras logra inyectar adrenalina en sus compañeros, porque todos toman posiciones de pelea con los objetos. Hachiman solo los mira con tranquilidad.

Hachiman: así que así son las cosas. Bueno, es su decisión.

En un segundo, corre hacia ellos, lanza un puñetazo en la cara del tipo principal, lanzándolo unos tres metros. Uno con una palanca intenta atacarlo a las piernas pero Hachiman salta y lanza un rodillazo al mentón. Otros dos se dirigen hacie él, pero los agarra por la cabeza y los choca entre ellos.

Uno con un bate lo intenta golpear pero le agarra el bate, con la mano izquierda y lanza un gancho con la derecha. Hachiman sin esperar a que llegaran, lanza un golpe al plexo solar de uno y un rodillazo en el esternón a otro. Los que restan no saben cómo reaccionar, la adrenalina inyectada se acabó ahora solo queda el miedo. Hachiman se dirige hacia los que restan y con una patada frontal a la cara de uno, lo noquea,  se acerca al otro, agarra el brazo con el arma y acorta la distancia, no hay suficiente espacio para lanzar un puño. Lo golpea con el codo derecho, dejándolo en el suelo.

Para el otro  decide saltar y puedo jurar que es una patada de 360 grados, lanza esa patada con tal fuerza que golpea  tumbandolo y enviándolo al reino de Morfeo.

Cuando me di cuenta, ya había acabado con todos, solo puedo quedarme con los ojos abiertos, no pasó más de un minuto es que todo sucedió, fue demasiado rápido. Pienso que mi reacción es anormal hasta que veo a Tabata que también está con la boca abierta.
Hachiman recoge los cuerpos y los deja a un lado, hace el mismo proceso con todos, hasta que deja el camino libre. No nos dice nada, solo se voltea hacia un lado. Tabata sin dudarlo enciende el auto y lo comienza a conducir.

Mis ojos sigue pegados a la espalda de aquel chico, creo que en mi vida nunca la olvidaré.

Mi comedia romántica de élite está mal, como esperaba.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu