Causa Perdida┊Juan Pablo Villamil┊

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2019
Ester

Al parecer el destino está cambiando todas las noches buenas, por mil noches malas.

Soy una persona que sobre piensa mucho las cosas, todo lo que hice en el día o todo lo que hice en los últimos meses.

Estoy embarazada.

No le he dicho a nadie -aún-, solo tengo cuatro semanas y en unos días me iré con Jay. Tal vez debería llamar a Villa y decirle ahora o tal vez cuando regrese.

¿Cómo se supone que olvidas a alguien cuando vas a tener un hijo suyo? No lo sé, es un reto que me tocará enfrentar.

También me siento feliz, pero todo opaca esa felicidad, ya están empezando las náuseas y los cambios de humor, así que últimamente he pensado en llamar a Villa y decirle "oye, ¿por qué no volvemos a intentarlo? Además tendremos un bebé juntos. ¡Sorpresa!"
Lo peor no es lo ridícula que me veo diciéndolo en el espejo de baño, sino que estuve apunto de intentarlo unas quince veces.

Decido levantarme de la cama al notar un dolor en el vientre.

Me quedo sentada en la sala, tratando de que pase el dolor, no tomo pastillas porque sería muy idiota estando embarazada.

-¿Qué pasa? -pregunta Jay del otro lado.

Sí, le llamé a él porque vive cerca de mi casa y es de las pocas personas que sigue despierto a las tres de la mañana.

-¿Puedes venir a mi casa? no me siento bien.

-Llego en veinte minutos.

-Te amo Jay, pero creo que no puedo esperar veinte minutos. Tomaré un taxi y te veo en tu casa.

-Bien, la espero.

Tal vez me ahorre cinco minutos.

-¿Qué pasa? -pregunta cuando estamos en su auto camino al hospital.

-Estoy embarazada.

No dice nada en todo el camino, yo miro a través de la ventana conociendo esté dolor y lo único que espero es que no sea por eso.

Cuando llegamos al hospital piden todos mis datos y me pasan directo a una habitación.
Después de que una doctora me revise me preparan para una cirugía.

El bebé ya estaba muerto, me van a ser estudios para saber si no tengo algún problema.

Al salir de la cirugía Jay estaba allí, me tomó de la mano y no me dijo que todo estaría bien porque los dos sabíamos que no lo estaría.