34- "Descanso II"

145 14 2
                                    

Dos mil dieciocho
Villa

Este es nuestro segundo día de descanso, mañana tenemos concierto y volvemos a Madrid.

No desactive mi alarma así que por eso me despierto, sin embargo vuelvo a acomodarme a un lado de Éster para volver a dormir. No sé cuánto tiempo paso, pero vuelvo a despertar por unas caricias en mi barbilla. Cuando abro los ojos veo quien fue.

Éster tiene el cabello recogido en un moño y tiene mi camisa puesta.

Mierda.

—¿Sabes qué hora es? —pregunta.

—No, acabo de despertar —contesto un poco idiota porque como ya lo dije: acabo de despertar y se ve bastante bien.

—Era una pregunta retórica. Son casi las diez de la mañana —dice mientras sigue jugando con mi barba.

—¿Paso algo?

—Nop, tenía hambre así que pedí algo de comer y no quería comer sola.

—Entonces vamos a desayunar, pero luego volveremos a dormir ¿bien?

—Bien —asiente—. Toma —dice entregándome una taza de café.

Comenzamos a desayunar en la cama mientras me dice que le ofrecieron protagonizar la serie que creo e hizo el guión.

Terminando de desayunar se levanta a dejar las cosas en la mesa.

—Podría acostumbrarme a esto —pienso en voz alta.

Vuelve a la cama y me sonríe.

—Yo también.

La acercó más a mi hasta que su cabeza queda en la curva de mi cuello y su respiración me causa un escalofrío.

Así nos quedamos hasta quedarnos dormidos.




—Es mi día de descanso… bien, voy para allá —escucho decir a Éster.

Abro los ojos completamente cuando deja de hablar y siento como se levanta de la cama, veo como empieza a sacar ropa limpia, pero no se detiene en verme aun sabiendo que yo si lo hago.

—¿Qué pasa? —le pregunto.

—Era Sandra, quiere que vaya a Madrid para resolver unas cosas.

—Es su día de descanso —le recuerdo.

—Ya se lo dije, pero no le importo mucho. Voy a darme una ducha.

Mientras esta en el baño me cambio y trato de recoger todo lo que tiramos anoche, cuando sale me ayuda a ordenar y empieza a guardar sus cosas en sus maletas.

—¿No va a volver? —pregunto.

—No lo sé, deje juntar mucho trabajo y elegir un elenco no es nada fácil.

Cuando termina de hacer lo que hace levanta la mirada y me ve.

—Voy a tratar de volver mañana, si no… todo va a salir bien en el concierto —frunce el ceño—. ¿Qué? —dice al ver la cara que puse.

—¿Por qué no habla con Sandra? ya sabe… trabaja mucho y…

—No entiendes —me interrumpe—. Tengo todo ese trabajo desde hace meses y lo deje juntar por salir de fiesta.

—Está bien, una pregunta más, ¿cada cuándo tiene días de descanso? o ¿ella sabe que hay veces que simplemente no se siente bien? —tal vez se escuchó como un reclamo o como si estuviera enojado.

—¿Qué pretendes? Sandra me conoce desde que soy niña, sabe todo lo que he hecho, sabe todo por lo que he pasado, por algo tengo que hacerle caso. Tú ni siquiera sabias que tengo bulimia, no sabes nada —tomando su maleta se dirige a la puerta—. Te veo luego.





Éster

Llegó a Madrid con un fuerte dolor de cabeza y aumenta cuando veo a Sandra esperándome.

No dice nada solo empieza a caminar hacia la camioneta que estaba detrás de ella, la sigo y subo del lado del copiloto.

Lo primero que hago es elegir elenco —lo que falta del elenco—, deje unas propuestas antes de irme así que hoy ya están cinco chicos.

No conozco a nadie solo a uno, se llama Jay. Es un gran actor y también canta, es unos años mayor que yo. Voy a admitir que desde que lo conozco he tenido un crush con él, nada del otro mundo.

Termino hasta tarde solo teniendo cuatro de las diez de el elenco principal, me despido de todos, pero de Jay con un beso en la mejilla.

El segundo trabajo que deje pendiente son las voces para una canción. Genial no termine ni la mitad de mi trabajo.

Antes de dormir reviso mi celular y no, nadie escribió. Entro al chat de Villa dudando en escribirle, al final no lo hago porque sigo un poco cabreada con él.

Causa Perdida┊Juan Pablo Villamil┊Where stories live. Discover now