Causa Perdida┊Juan Pablo Villamil┊

32- "Descanso I"

Dos mil dieciocho
Villa

Oficialmente nos faltan cuatro días de gira con Éster sin contar los que nos quedan de intermedios.

Vamos hacia Sevilla, vamos a estar varios días ahí para descansar un poco.

Cuando llegamos al hotel en el que nos vamos a hospedar Sandra —que viene con nosotros en lugar de Pedro— nos da la llave de nuestra habitación solo que a Éster no le da nada.

—Vas a estar con tu novio, habían las habitaciones exactas ¿hay problema? —dice dándole una mirada que quiere decir si hay un problema no me importa.

—No —contesta.

—Vale. Hoy tienen día libre mañana Alexandra tiene concierto, luego Morat y los últimos días tambien de descanso.

Subimos a nuestra habitación la cual consiste en una cama matrimonial y un buen baño.

Dejamos nuestras cosas y lo primero que hace Éster es tirarse boca abajo en la cama.

Ella a tenido días más cansados, tiene pruebas de sonido en las cuales Sandra la desconcentra gritándole y viendo cada movimiento que hace para notar hasta el más mínimo error.

En los conciertos se ve que la pasa bien, pero bajando del escenario vuelven los gritos. También hay que contar que trabaja fuera del área musical, así que ella se merece unas muy buenas vacaciones en estos momentos.

—Está cansada —admito mientras me acuesto a su lado mirando el techo.

En lugar de moverse completamente solo voltea la cabeza para verme.

—Creo que se me va a caer la cabeza.

—¿Quiere una pastilla? —asiente.

Me levanto para sacar de mi maleta unas pastillas que siempre llevo y se las extiendo cuando ya se acomodo mejor en la cama. Después de tomar una me las devuelve y se vuelve a acostar.

Todos amamos a Sandra, es una gran persona, pero todos creemos —inclusive Pedro— que es demasiado dura con Alex, no con alguien más. Solo con ella.

—Se que tengo que hacer esto, pero a veces quiero un respiro, que la gente no esté detrás de mi todo el tiempo y… —empieza a decir.

Me mira.

—Lo siento —dice tapándose la cara con las manos.

—No se disculpe, puede seguir. Es bueno hablar de lo que siente.

Entre separa sus dedos dejando ver uno de sus ojos que me mira atentamente.

—No estoy acostumbrada a esto —me dice.

—¿El qué?

—Que la gente me quiera escuchar.

Cuando voy a hablar me interrumpe diciendo que va a dormir para que pase un poco su dolor de cabeza.

Mientras ella duerme yo trabajo con unas cosas que deje pendientes. No sé despierta hasta casi las ocho de la noche.

—Creo que dormí un año —dice con su voz adormilada.

—Solo fueron casi tres horas, tómelo como usted guste.

—¿Qué haces? —me pregunta.

—Trabajaba —digo cerrando mi laptop para dejarla en la mesa de noche.

Cuando me vuelvo a acomodar abro mis brazos en dirección a Éster, cuando entiende mi intención se acerca y recuesta su cabeza en mi pecho mientras la abrazo.

—¿Sí sabe que puede hablar de lo que sea? —susurro.

—No me gusta hablar de lo que siento o me pasa.

—¿Por qué?

—Me enseñaron a qué están mal ciertas cosas… pero no quiero hablar de eso.

—Okey ¿quiere que pida algo para cenar? —niega con la cabeza.

Mi celular suena por lo que me levanto para ver quien es.

—Voy a salir, Isaza quiere hablar de algo.

—Está bien.

Éster

Después de que se vaya Villa reviso entre mis contactos para llamar a Matt.

—Hola —dice después de contestar.

—Hola.

—¿Todo está bien?

—Sí, y tú ¿cómo estás?

—Bien, estoy con Omega y Sophie

—Soy una mala madre.

—Lo eres, pero no voy a discutir esto por teléfono.

—Te extraño.

—Yo también… ¿qué pasó con lo de Villa? —pregunta.

—¿Enserio quieres saber?

—Me gusta el chisme.

Río.

—Somos novios.

—¿Novios, novios?

—Sí.

Cuando Villa vuelve a la habitación sigo hablando con Matt, le digo que me tengo que ir.

Después de colgar me acomodo para dormir, unos minutos después Villa se acuesta a mi lado y me toma de la cintura para que me acerque al él.