Causa Perdida┊Juan Pablo Villamil┊

16- "Sorpresas"

Dos mil dieciocho
Éster

—Hola —¿Qué hace aquí?

—Hola —digo nerviosa— Pasa.

—¿Cómo está? —pregunta Villa

—Bien, ¿por que lo dices? —digo mientras me siento en la sala al igual que él.

—No nos contestaba el teléfono, y me preo… nos preocupamos —se corrige y dirige su vista a mi mano— ¿Qué le pasó?

—No fue nada, estoy bien.

No sé porque estoy muy nerviosa, normalmente no me pongo así.

Decido que es mejor ir con mi hermano y Villa se ofrece a llevarme.

Todo el camino vamos en silencio y cuando llegamos bajo lo más rápido posible.

—Hasta que te apareces —dice Marcos cuando me ve entrando.

—Yo también te extrañe.

Ellos empiezan a trabajar y yo me voy a mi habitación para mañana despertarme temprano al cumpleaños de Matt.

Entro a mi casa y tomo el regalo de Matt para después dirigirme al estudio que es donde va a estar.

Llegando a mi destino busco dónde está Matt y por suerte está solo, y no me a visto.

—Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseó Matt, cumpleaños feliz —digo cantando rápido

—Ven acá —dice abriendo sus brazos para después recibirme y abrazarme fuerte—. Te amo.

—No más que a Lucía, pero si —digo al separarnos.

—Boba, ¿qué tiene ahí? —dice refiriéndose a sus regalos que deje a fuera.

—Son tus regalos. Antes que nada, un mini pastel

—¡Ah! Ahora te amo más.

—Ahora abre éste —digo dándole una carta.

—Vamos a ver —empieza a abrir la carta y comienza a leer—. No soy buena escribiendo cartas y menos a ti, que todo te lo tomas a broma —me mira serio—. Pero sabes que te amo y te voy apoyar siempre. En las malas y en todas las cosas buenas que nos faltan, en este caso nuestra primera hija… Felicidades vas a ser papá —me miró sorprendido—. Alexa, es una broma ¿cierto?, sabes que te amo pero estoy seguro de que no hicimos nada.

—Tú sigue abriendo —le paso una caja más grande y me ve sorprendido.

—¡¿Qué?! ¿Ya tu viste a nuestra hija? al menos hubieras tenido la decencia de avisarme para estar en el parto —comienza a abrir la caja y cuando lo hace sale un cachorro de unos dos meses—. ¡Ah! que susto Alexandra, casi muero, pero mira que cosa más bonita. Hola pequeña, Sophie.

No nos juzguen, cuando hablamos de mascotas quedamos que si era macho se llamaría Omega y si era hembra Sophie.

—¡Soy papá!, tengo que decirle a tu hermano, vamos —me toma de la mano mientras en otra sostiene a Sophie.

Llegamos a dónde está mi hermano y antes de entrar Matt me da a Sophie y me hace una seña para que me quede afuera y guarde silencio.

—Hola, Marcos.

—Feliz cumpleaños —le dice mi hermano.

—Gracias, pero tengo que decirte algo.

—¿Qué pasó?

—Vas a ser tío, o mejor dicho, es tío.

—¿Qué, cuándo, dónde, cómo? —dice muy rápido—. No, mejor no me digan cómo.