Causa Perdida┊Juan Pablo Villamil┊

18- "La novia perfecta"

Solo como aclaración, los ojos de Alexa son verdes y celestes.

Dos mil dieciocho
Éster

El domingo fui con Ricardo al cine, terminando de ver la película me trajo a mi casa, platicamos un rato y después se fue.

Hoy decido ir a la casa de Daniel y luego a la de Marcos para recoger unas cosas.

Le llame a Dani para saber si iba a estar, pero me dijo que no. Entro a la casa, subo a mi habitación y recojo las cosas que me llevaré esta semana a Los Angeles

Cuando salgo de la habitación escucho ruido a un lado, regreso para ver qué es y al abrir la puerta me encuentro con algo no muy grato.

Nada grato.

Antonio y una chica besándose.

Ellos no me vieron así que me doy vuelta con lágrimas en los ojos para seguir con mis cosas.

No tengo derecho a molestarme, no somos nada, pero si me duele. Más de lo que debería y menos de lo que esperaba.

Subo a mi coche y me vuelvo a detener cuando estoy a fuera de la casa de Marcos.

Trato de tranquilizarme antes de tocar el timbre y me abre mi hermano, por suerte está solo.

—Hola —me da un beso en la mejilla.

—Hola —eso no sonó muy bien.

—¿Estás bien? —frunce el ceño.

—Sí, voy por mis cosas.

Llegando a mi habitación recojo mi ropa y otras cosas, cuando estoy a punto salir Marcos abre la puerta de golpe.

—¿Qué pasó? —antes de decir algo me interrumpe—. No me mientas.

—No te voy a decir que pasó —lo recordé así que mis ojos se llenan de lágrimas.

Mal momento para ser sensible.

—Alexa…

—Vi a Antonio —él no sabe que me gusta—. Con una chica —bajo la cabeza.

—¿Antonio? pero… o no —guarda silencio— Te gusta, ¿cierto? —asiento.

Me toma del mentón haciendo que levante la cabeza.

—¿Quieres que llame a Matt? —me pregunta.

—No, debo volver a mi casa —no dice nada.

Me despido de él para subir mis cosas al coche e irme.

Le mandé un mensaje con SOS a Matt, porque me siento peor.

Estoy ordenando unos papeles cuando tocan la puerta, vaya, si que es rápido le escribí hace unos minutos.

Matt pasa sin decir nada con una bolsa, y Omega y Sophie en una mano.

—¿Qué pasó? —dice cuando me ve con los ojos y la nariz rojos.

—Antonio —solo lo digo y me pongo a llorar otra vez.

Me abraza haciendo que hunda mi cabeza en su cuello. Se separa un poco para levantar la bolsa que trajo.

—Ya sabes que es.

Me siento en el sofá mientras él va por cucharas, cuando vuelve se sienta a mi lado, me da un bote de helado con la cuchara que trajo y yo le doy una cobija.

—¿Qué estás viendo? —dice mientras observa la televisión—. Oh ¿buscando razones para llorar? —asiento con la cabeza.

Es el capítulo más triste Grey's Anatomy —al menos para él y para mí—.