26- "Noche de piano"

173 15 13
                                    

Dos mil dieciocho
Villa

Mi brazo rodea su cintura mientras su espalda choca con mi pecho. Acabo de despertar y creo que ella también.

—Feliz cumpleaños —susurro.

—Agh, lo olvide —dice con voz adormilada

—¿Olvido que era su cumpleaños?

—Desde los quince odié mis cumpleaños, por eso los olvido.

—¿Puedo saber por qué?

—Tal vez, algún día —voltea a verme y paso detrás de su oreja unos cabellos que tenía en la cara—. Lo siento —se levanta al baño, mientras sale yo me cambió.

—¿Estás bien? —digo cuando sale también cambiada.

—Sí.




Éster

Era un poco temprano, no tenía ganas de salir. Iba a hacerlo con Ricardo, pero no lo vi después de lo que paso ayer.

No pude volver a dormir por muy relajante que fuera el olor a Villa, eso sonó un poco raro, pero huele bien. Toda la mañana me quedo en mi habitación, alguien abre es mi mamá.

—Alguien te está esperando —salgo detrás de ella—. No me dijiste que tenías novio.

—Ricardo no es mi novio —solo eso me faltaba.

—Hablo de Villa.

—¿Está abajo?

—Sí —sonríe.

Llegamos abajo y lo veo con mi hermano.

—Aquí y luego acá —mueve los dedos de Agustín por las cuerdas.

—Tú enseñas mejor que Alexa.

—¿A si? —ríe.

—Sí, también es mala aprendiendo.

—¿Por qué?

—Su papá le estaba enseñando…

—Hola —interrumpo a mi hermano.

—Hola, espero no le moleste que haya venido —saluda Villa.

—No hay problema.

—Le tengo una propuesta —sonríe.

—Te tengo miedo.

—Vamos a salir por tu cumpleaños.

—Disculpen la interrupción, pero en la noche va a venir la familia así que tienes que estar aquí antes de las siete —dice mi mamá.

—No se preocupe, yo la puedo traer —por favor que no se lleven bien.

—Estaría bien, casi nunca sale ni siquiera porque es su cumpleaños, solo un día antes.

—¿Y a dónde vamos a ir? —interrumpo a mi mamá.

—Es una sorpresa.




No sé a dónde vamos, pero es divertido, sin contar que estamos en silencio porque mi mamá dijo que éramos pareja y justo mi papá llegó y empezó a interrogar a Villa.

—¿Puedo preguntarle algo? —dice Villa.

—Sí.

—¿Por qué su papá ya no le enseñó a tocar algún instrumento?

—Era un poco.... distraída —contesto simple.

—¿Distraída?

—Tenía cinco años, me dijo que en un año me seguiría enseñando, ese año se convirtió en dieciséis años.

Causa Perdida┊Juan Pablo Villamil┊Where stories live. Discover now