16. Cassidy Jackson

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No se lo tragaba en absoluto.

Definitivamente no confiaba en Piper. Sus sospechas con respecto a ella no hacían más que aumentar al notar su comportamiento casi frenético; lo distraída que estaba en momentos inoportunos e incluso el que se culpase por cosas en las que no parecía tener la culpa. Como que Festo se estrellara.

Pero no tenía ninguna prueba, pensó, ni tampoco podía hacer gran cosa al respecto.

Continuó caminando sigilosamente en la oscuridad con la linterna encendida. El sitio no le daba buena espina en absoluto, el logotipo del ojo le provocaba escalofríos y todo el lugar le daba la sensación de estar infestado por monstruos.

Por supuesto que no le daba miedo encontrarse con algún grupo de monstruos que desearan cenarla, ya se había deshecho de unos cuantos cientos a lo largo de los últimos cuatro años, pero anhelaba encontrar alguna pista de Percy. Porque hasta ahora sólo tenía a ése chico, Jason.

Jason Grace, pensó frunciendo el entrecejo mientras abría una puerta y se asomaba con tridente en mano lista para atacar, era todo un misterio. Grace era el apellido de su prima y su segunda mejor amiga, Thalia, una hija de Zeus y lugarteniente de las Cazadoras de Artemisa. Pero Thalia nunca había mencionado a Jason, aunque ella nunca hablaba de su pasado previo a conocer a Luke Castellan (hijo de Hermes que traicionó al Olimpo por unirse a Cronos, una larga historia en opinión de la propia Cassidy) y a Annabeth Chase.

Así que no le sorprendía demasiado tampoco.

—¡Cassidy! —la voz de Piper se escuchó detrás de ella, a unos cuantos metros, lo cual era imposible porque hacía rato había dejado al trío de novatos bastante atrás y la hija de Afrodita no podría caminar en algún tiempo con el tobillo roto—. ¡Ayuda!

Frunció el entrecejo y se apresuró a adentrarse por una bifurcación cercana. Entrecerró los ojos viendo las letras flotar en el cartel del techo pero se apresuró por la derecha rindiéndose en descifrar las bailarinas letras.

Se encontró en un sitio con muchas refacciones de autos desperdigadas por todo sitio, algunas pequeñas e insignificantes como partes del motor y otras mucho más grandes. Unos pasos muy pesados se escucharon detrás suyo así que corrió y se acuclilló detrás de un contenedor repleto de guardabarros, apenas asomando la cabeza por uno de los lados para poder apreciar cuando aquello llegase donde ella.

—¡Cassidy! —volvió a resonar la voz aguda de Piper—. En serio necesito tu ayuda, ¿dónde estás? Son Jason y Leo, algo les pasó…

Pero sólo era la voz de Piper porque donde se suponía que debía estar Piper sólo había una enorme figura con un único ojo muy en lo alto.

Tragó saliva mientras el cíclope seguía imitando la voz de la semidiosa. No le tenía miedo a los cíclopes, había acabado con unos cuantos… incluso había peleado contra Polifemo, pero sí le causaban un gran conflicto interno. Cassidy Jackson era hija de Poseidón y ése dios precisamente adoraba correr detrás de los espíritus de la naturaleza, lo que significaba que muchos cíclopes acababan siendo sus medio hermanos.

Y ella adoraba a su hermano pequeño Tyson.

Así que matar cíclopes no era su actividad favorita. Prefería pelear contra un ejército de empusai que matar a un solo cíclope.

—Ahí estás —Cassidy no se había dado cuenta en el momento que el cíclope desapareció de su vista pero apenas tuvo oportunidad de saltar y esquivar el manotazo de su enemigo que intentaba aporrearla con la puerta de un auto.

Un chirrido se escuchó desde la otra punta de la fábrica y Cassidy supo al instante que los otros estaban en problemas. Aún cuando dijo que no salvaría sus traseros si se dejaban atrapar por monstruos, ella no deseaba que alguien más muriera por su culpa.

Cassidy Jackson y los Héroes del OlimpoWhere stories live. Discover now