Entra al lugar, enseguida el típico olor de hospital invade sus fosas nasales. Le habían dado escalofríos a los segundos, de verdad que no le gustaba estar en ese lugar.

Se había acercado a recepción para poder preguntar sobre su pareja.

— Disculpa...

La señora que estaba en recepción tardó unos segundos en levantar la mirada y después bajó nuevamente la mirada en dirección a la computadora que tenía justo en frente. Sunny frunce el ceño al no recibir respuesta pero no iba a quedarse de brazos cruzados.

— Ehm, quisiera saber en que habitación puedo encontra-.

— Nombre y apellido.

— Ah, ehm... No creo que tenga un apellido registrado pero se llamada Damián, lo internaron justo ayer y-.

— Oh ese chico, lo tengo, habitación 322. Ese muchacho tiene suerte de seguir con vida.

— Gracias.

A pesar de que la mujer había sido algo desconsiderada al inicio tuvo la amabilidad de decirle al menor en que habitación se encontraba su pareja, aunque en realidad había hecho todo eso para nada ya que ahora recordaba que el día anterior el doctor le había dicho en que habitación estaba Moon. Con razón ese número se le hizo tan conocido.

No perdió más el tiempo y empezó a caminar con algo de prisa pero sin correr. Había un par de rostros conocidos, algunas personas que estuvieron el día anterior también estaban ahí. Al recordar las cosas que había dicho entre sueños mientras la niña y la viejita de ayer estaban cerca de él se sonroja, que vergüenza había pasado al decir esas palabras en voz alta y que se le quedaran viendo raro.

Para cuando había llegado se había dado cuenta de lo cansado que estaba, no sabía porque aceleraba el paso si no había ningún manera de que su pareja desapareciera de esa habitación. Se detiene frente a la puerta con unos números grabados. "322". Respira profundo mientras se mentalizaba lo que seguramente encontraría ahí dentro.

Toma el picaporte de la puerta y la mueve lentamente que podría llegar a desesperar a alguien, abre la puerta y mantiene la mirada en el suelo, que estaba bastante limpio a decir verdad, mientras entraba a la habitación. Solamente esperaba que no quedara como idiota y se haya equivocado de habitación, sentía como sus manos sudaban por alguna extraña razón. Levanta lentamente la mirada notando enseguida la camilla, sigue subiendo la mirada hasta encontrarse con el rostro de él.

Ahí estaba él. Al final no se había equivocado de habitación.

Una pequeña sonrisa se forma en sus labios mientras también sentía pequeñas lágrimas que amenazaban por caer de sus ojos, lentamente se acerca a la camilla mientras no quitaba la mirada de encima del rostro se su pareja que aún no había abierto los ojos, sabía que aún era muy pronto para verlo despierto, rápido limpia aquellas lágrimas y se acerca a uno de los costados de la camilla para poder verlo desde más cerca. No podía evitar sentirse culpable al verlo recostado ahí conectado a un par de máquinas, en una de aquellas máquinas podía ver el ritmo de los latidos de su corazón y otra máquina era un respirador, eso quiere decir que quizás el mayor aún no estaba al 100% bien como para poder respirar de manera correcta. Podía notar también algunas vendas que tenía alrededor de sus brazos y seguramente habría más que ahora no podía ver por la bata de hospital que ahora tenía puesta.

Se queda mirando su rostro esperando que por obra de magia despertara en ese momento. Claro que eso no iba a pasar.

Por lo menos empezaba a sentirse un poco más tranquilo al ver que el pecho del mayor subía y bajaba dando a entender que estaba respirando, también el pitido de la máquina que estaba monitoreando sus latidos. Sunny no sabía en que momento su respiración se había acelerado pero ahora estaba mejor, no sabía porque ya se había esperado lo peor para cuando hubiera llegado a la habitación. Baja la mirada notando que ahora ambos tenían vendas en los brazos y ríe un poco nervioso. "Ojalá no te des cuenta cuando despiertes, no quiero que te decepciones."

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin