ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Heridas

— Gracias.

Dicho eso el solecito empieza a comer, hace rato no sentía tanta hambre pero ahora mismo el olor de la comida le había abierto el apetito. Tararea feliz ya que el sabor de la comida le había parecido espectacular, estaba seguro de que Crystal había preparado aquello especialmente para él. Fueron unos largos minutos en lo que estaba comiendo, Chica había empezado a hablar sobre algunos temas irrelevantes, quizás lo hacía para distraer a su amigo.

Se da cuenta de que se había quedado callada, no había dicho nada despues de quizás un minuto entero y ya empezaba a sospechar de que se había perdido en sus pensamientos así que cuando levanta la mirada se da cuenta de que no estaba prestando atención a otra cosa más que a los brazos de Sun, Lyan baja un poco la mirada y nota que no había bajado las mangas de la camiseta hace rato cuando estaba acomodando la cama, rápidamente toma una de las mangas y trata de bajarla pero la mano de su amiga le hizo detenerse. No quería levantar la mirada para ver el rostro de decepción de ella.

— Lyan...

— Yo...

— ¿¡Por qué no me dijiste que te lastimaste!? Oh demonios, ya se me hacía muy extraño que no tuvieras ninguna herida después de lo que pasó ayer, seguro la caída que tuviste hizo que te lastimaras, ¿te duele? ¿qué tan malo es? ¿Necesitas que traiga más vendas? ¿tienes algunos otros raspones?

Sus nervios aumentaron al escuchar lo primero, recordaba esas épocas en las que sus padres lo regañaban al descubrir que se lastimaba, por suerte sus nervios se esfumaron al escuchar aquello último, Chica creía que había sido por cuestiones del accidente.

Chica suelta su mano después de decir aquello y Lyan finalmente pudo acomodar las mangas para que ya no se vieran aquellas vendas. Levanta la cabeza lentamente y con pequeñas lágrimas en los ojos abre lentamente la boca para poder hablar mientras mantenía una pequeña sonrisa. No quería hacer que se preocupara así que solo iba a seguirle el juego. Fue "culpa" del accidente.

— Estoy bien, no te preocupes. Aunque quizás si necesitaré un par de vendas.

Crystal asiente rápidamente y sale de la habitación para ir a buscar un par de vendas. Ella creía saber lo que realmente había pasado pero aún no quería pensar en eso, no quería pensar que el menor había hecho eso. Solamente estaría ahí para poder escuchar y apoyar a su amigo. Quizás él no quería hablar del tema así que no iba a obligarlo.

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Lyan se las había arreglado para poder arreglarse dentro de poco tiempo. Admitía que estaba nervioso y a la vez triste, quizás sentía muchas más emociones pero no sabría como describirlas.

Ahora mismo estaba de camino al hospital.

Había ido solo, estaba algo nervioso ya que aún recordaba con quién tenía que lidiar antes de poder ver a su pareja y ni siquiera sabia si es que ya había despertado. No le importaría sentarse al lado de él y verlo descansando, quizás podía contarle un par de cosas a pesar de que el mayor tuviera los ojos cerrados ya que muchos dicen que las personas pueden escucharte a pesar de estar dormidos. No perdía nada intentándolo, aunque posiblemente solamente se quedaría a su lado para hacerle compañia.

Ya estaba a las puertas del hospital, respira hondo, solamente esperaba que nadie preguntara porque razón tenía vendas en los brazos o no le miraran raro, usaría la excusa de que se había caído y se raspo los brazos, es todo. Lo que menos quería era que aquel doctor le preguntara por eso mismo, el problema es que posiblemente no podría evitarlo, tenía que hablar con él si o si, quiere saber cómo había estado el mayor en el transcurso de la noche y saber si es que podía ayudar en algo.