ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Heridas

Solo, estaba solo. Era extraño ya que se había molestado cuando los demás trataron de hacerle compañia. Él solamente quería a Moon.

Se levanta con cuidado de la cama y ni siquiera miró al reloj para saber que hora era en ese momento, aunque suponía que era una hora de madrugada, quizás las 2 o 3 de la mañana. Se acerca a la mesita que tenía a un lado de su propia cama y sacó un pequeño objeto del cajón que tenía esta pequeña mesita. No sabía si era buena idea pero en ese momento su mente estaba un poco nublada para saber con exactitud que es lo que estaba haciendo. Se acerca al baño y cierra la puerta detrás de él, necesitaba desahogarse un poco.

Seguramente después iba a arrepentirse.

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Unos fuertes golpes en la puerta fueron lo que hicieron que el chico rubio abriera los ojos.

Después de lo que había pasado anoche tardó un largo rato en dormirse. Toca su rostro para notar que había un rastro de lágrimas secas, seguramente se quedó dormido mientras estuvo llorando, aclara un poco su garganta antes de poder hablar.

— Mmm... ¡Ya voy! — Alzó la voz para que la persona al otro lado de la puerta dejara de tocar con fuerza.

Se sienta en la orilla de la cama y con cuidado se levanta lentamente, entra al baño para poder lavarse la cara, después de hacerlo baja un poco la mirada, en cuanto observa sus brazos hace una mueca de disgusto, solamente debía ponerse una camiseta de manga larga para no levantar sospechas. Sale del baño y se pone a buscar alguna camiseta de manga larga que tuviera, lamentablemente no tenía alguna así que tuvo que improvisar y tomó una de las camisetas de su pareja, el solía usar casi siempre camisetas de manga larga. Estaba seguro de que a Damián no le molestaría si tomaba sus prendas sin permiso, de todos modos no estaba ahí para enojarse.

Se acerca a la puerta y acomoda un poco su cabello antes de abrirla. Del otro lado de la puerta estaba Chica.

— ¡Yo sabía! Te acabas de levantar, ¿verdad?

— Ehm... Me atrapaste.

Chica ríe un poco y le da un suave empujón a Sun para que se hiciera a un lado y entra a la habitación, se sienta en la orilla de la cama del menor con tanta confianza. Sun se acerca a ella para sentarse a su lado, cubre su boca al momento en que había bostezado.

— Claro, había gente en la guardería y tú no estabas ahí. No te preocupes, ya me hice cargo de todo eso y hasta avisé al jefe para que te diera unos días libres, fue un problema para convencerle pero al final aceptó porque le dije lo que había pasado. Tienes una semana libre, Sunny. Si necesitas más yo trataré de ayudarte a convencer al jefe.

Sunny le miraba algo avergonzado, se levanta y toma su celular que estaba en la mesita de noche al lado de la cama del mayor para poder ver la hora desde ahí y en ese momento se da cuenta que se había quedado dormido una hora de más. Ahora recordaba que justo cuando sonó la alarma se había despertado y la apagó, después de eso se quedó dormido otro rato porque no tenía ganas de hacer absolutamente nada. Chica se había encargado de ayudarle para conseguirle una semana libre, se sentía tan agradecido por tener una amiga como ella.

— Yo... Mmm... Muchas gracias Chica, de todos modos no estaba de buen humor como para cuidar de los niños por mi propia cuenta. Es complicado. — Juega con la manga de la camiseta, sin dejar ver mucho su brazo o su amiga se daría cuenta.