Aprieta sus puños y se muerde el labio inferior tratando de retener las lágrimas. Odiaba todo en ese momento, sus sueños ni siquiera le estaban ayudando, solamente se había ilusionado creyendo que nada de eso había pasado. Las lágrimas no tardaron en resbalar por sus mejillas y de manera rápida las limpia.

— No debería seguir llorando...

A pesar de que el mismo había dicho eso se hecho a llorar a mares mientras cubría su cara, ya tenía su nariz roja y sus ojos un poco hinchados de tanto llorar, le ardían pero no podía detenerse por más que quisiera.

Antes de haber llegado ahí habían pasado ciertas cosas.

Después de que la ambulancia había llegado se habían encargado de subir a Moon a la camilla y meterlo a la misma ambulancia para llevarlo al hospital, Sunny no había sido permitido subirse ya que al parecer estaba demasiado mojado por culpa de la lluvia y no podían permitir que entrara de esa manera, le había parecido una excusa bastante estúpida ya que su pareja estaba igual aunque no iba a quejarse, Moon tenía prioridad en ese momento. Había regresado rápidamente a la pizzería como pudo y sin pensarlo dos veces se había cambiado de ropa. No pensaba dejar a su pareja solo, a pesar de que ya lo había hecho, iba a ir a aquel hospital y esperar a que tuvieran noticias sobre el estado de Damián.

Chica le había visto salir de la habitación bastante apurado y lo detuvo en ese momento. Sunny no pudo evitar echarse a llorar en los brazos de su mejor amiga y tratar de explicarle que es lo que había pasado.

Y ahora estaba aquí, en la sala de espera. Esperaba de manera no muy paciente para saber algo sobre el mayor. Había traído compañia, aunque en realidad quería ir solo pero Chica había insistido en estar ahí con él por si necesitaba algo.

— Sunny.

— ¿Uh?

Levanta la mirada, claramente seguía llorando y su cara estaba completamente roja simplemente por andar llorando y las lágrimas también le delataban. Chica parecía preocupada al verle así y le extiende un pedazo de papel para que pudiera limpiarse el rostro.

— Supuse que ya estarías despierto y estarías llorando. No te preocupes, sé que Damián es fuerte, solo es cuestión de esperar a que nos digan que tanto se va a quedar descansando aquí. — El menor toma el pedazo de papel y enseguida empieza a limpiarse, seguía llorando y sollozando pero al tener a su compañera se sentía un poco más relajado.

— Estás apresurandote demasiado y eres muy positiva... ¿Qué tal si es muy grave? — Su voz temblaba.

— Lyan, no pienses en negativo. Moon va a salir sano y a salvo de aquí. — La joven da suaves palmadas en la espalda ajena para consolar al chico rubio.

— Él me salvó... — Se muerde el labio inferior.

— Y fue muy valiente de su parte. Cuando despierte no olvides agradecerle.

Chica no iba a negarlo, también había llorado después de haber procesado toda la información. Al llegar al hospital había derramado un par de lágrimas, se sentía mal por la situación en la que estaba Damián.

La joven había traído unas galletas de la máquina expendedora que había en ese mismo piso y se las entregó a Lyan, debía asegurarse de que no se descuidara por lo mal que se sentía en ese momento. Iba a cuidar de él como buena amiga que era hasta que el mayor despertara.

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Where stories live. Discover now