ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Pesadilla

Pequeñas lágrimas empezaban a caer por sus mejillas y empezaba a sollozar, el mayor estaba completamente confundido mientras veía directo a los ojos del menor quien ahora estaba acariciando sus mejillas con cariño pero no parecía que iba a dejar de llorar, poco después el menor parecía que estaba llorando mucho más que antes y oculta su rostro en el pecho del mayor mientras temblaba un poco. Damián seguía bastante confundido y preocupado.

— Sunny... ¿Qué pasó?

Con cuidado camina hasta la cama y el menor no se separó de él en ningún momento, estaba aferrado a él. Se sienta en la orilla de la cama y Lyan no duda en sentarse en su regazo, se acurruca contra el mayor y éste enseguida lo abraza apegandolo aún más a él mientras daba suaves palmadas en su espalda.

— Mi lindo solecito, ya no llores que me rompes el corazón y quiero saber que te pasa.

— Y-Yo... Tú... Sniff... Una cita y y... Peluches... Sniff... Cafetería... Después salimos de ahí y... Sniff... Estaba tan preocupado...

El rubio hablaba entre llanto y en palabras clave ya que sabía que ahora mismo llorando no iba a poder dar muchos detalles. Lyan se aleja un poco para empezar a limpiar las lágrimas que no dejaban de caer por sus mejillas pero era imposible, cada vez que limpiaba esas lágrimas unas nuevas caían por sus mejillas. No podía dejar de llorar.

— Okay, relájate, no estoy entendiendo nada.

— L-Lo siento.

Sunny se sentía culpable de sus propios sueños. Había sido su culpa todo lo que había pasado en ese mismo sueño ya que sus acciones lo había llevado a esa situación.

Lyan recordó el cuerpo del mayor tirado en el suelo y ensangrentado. Cubre su boca ya que empezaba a sentir náuseas de solo pensarlo. Se sentía tan mal ver como la persona que amabas estaba completamente lastimada y no poder hacer nada para ayudar, fue tan frustrante. Agradecía que era un simple sueño pero aún así lo había sentido tan real.

Fueron unos largos minutos de espera para el mayor mientras veía como el menor sufría en su regazo. No había dejado de llorar y murmurar suaves "lo siento" cada vez que miraba a su pareja directo a los ojos y seguía llorando con más intensidad. Una vez había logrado calmarse y ya no tenía más lágrimas para derramar apoya su cabeza nuevamente en el pecho de su pareja y cierra sus ojos.

— Me alegra saber que estás bien. Logré salvarte.

Eso lo había confundido por completo, ¿de qué hablaba el mayor? No le dió mucha importancia y se acurruca contra él. Solo quería estar a su lado.

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El chico rubio parecía que estaba murmurando algunas palabras mientras dormía, se removió un poco del lugar donde estaba.

—  Mmm... Moony... Te amo mucho.

Había despertado de manera tranquila, nuevamente. Unos murmullos a su lado llamaron su atención dándose cuenta de que era una pequeña niña y una mujer de tercera edad, se disculpa en voz baja por lo que había dicho y desvía la mirada algo avergonzado. No recordaba mucho de lo que había pasado así que empezó a observar todo a su alrededor.

Todo a su alrededor estaba en blanco.

Ah, por supuesto, ahora recordaba que estaba en el hospital y al parecer se había quedado dormido en la sala de espera que había en el tercer piso. No sabía como se había quedado dormido sabiendo que ahora su pareja estaba en una de esas escalofriantes salas siendo atendido por algunos doctores.