Una Propuesta De Amor

64.

Martina.
No pude evitarlo y lo abofeteé. El ruido resonó por toda la habitación. Después me dí cuenta de mi error, un día le había dicho a mi hija que no era bueno ser violento y esto es lo que acababa de hacer. Inmediatamente me arrepentí de mi acción.
Martina: Lo siento...*digo entre lágrimas*
Me miró con los ojos llenos de ira.
Jorge: Fírmalos y terminamos con este matrimonio. *dice con frialdad*
Me sorprendió que me hablara así porque acababa de perder a nuestros hijos. Esperaba un poco de consuelo de mi esposo, pero me equivoqué.
Martina: Jorge, ¿qué te pasa? *digo terriblemente triste*
Me dio la espalda.
Jorge: Es mejor que nos separemos. Ya no te quiero. *dice en voz baja*
Le di la vuelta para que me mirara.
Martina: Mírame a los ojos y dimelo. *digo decepcionada*
Después de unos segundos, me miró.
Jorge: Ya no te quiero. *dice con frialdad*
Fue un golpe para mí.
Martina: ¿Me engañaste...? ¿O crees que es mi culpa que perdimos a los bebés? *Digo tratando de encontrar la razón de su comportamiento*
Hizo caso omiso de mis preguntas.
Jorge: Fírmalos rápido. De lo contrario, dejaré esta casa pronto. Se lo explicaré a los niños que seguro querrán quedarse contigo así que te dejaré la casa, los carros y todo lo que quieras. *dice saliendo de la oficina*
Rompí en llanto una vez más.

Jorge.
Me fui rápido para que no viera mis lágrimas. Cuando subí a mi carro para ir al trabajo, me solté y lloré sin controlarme. Recordé mi discusión con mi madre.

Flashback.
Conduje rápidamente a alta velocidad y regresé a casa. Rápidamente fui a mi oficina donde golpeé mis manos contra la pared sin parar. Ni siquiera podía estar allí para mis propios hijos, realmente era un idiota. Probablemente fue por el estrés que había perdido a los bebés. Yo había matado a mis propios hijos. Mientras me golpeaba contra la pared, mi madre entró rápidamente en mi oficina y me detuvo.
Carmín: ¡Basta Jorge! No es así que traerás de vuelta a estos bebés, es tu culpa.
La miré con lágrimas en los ojos.
Carmín: Lo siento pero sí, es tu culpa. ¡Tanto ha sufrido esta pobrecita Jorge! Ni siquiera podías estar ahí para tus hijos..
Me derrumbé en el suelo llorando.
Jorge: Me odio tanto mamá...
Se puso en cuclillas a mi lado y me tomó en sus brazos.
Carmín: Creo que deberías divorciar. Déjala vivir su vida. Desde que está contigo, siempre ha sufrido... Creo que es el karma. *dice con tristeza*
Ella reanudó.
Carmín: Prometiste amar solo a María no?? Y la engañaste estando con esa chica, así que te está castigando por dónde está hijo. Abre los ojos y libera a esta mujer de este matrimonio, de lo contrario, sufrirá aún más.
Me enderecé y miré a mi madre.
Jorge: Será muy triste si lo hago, me quiere mucho...*digo secándome unas lagrimas*
Carmín: Solo hazlo por amor a ella. Ella no se merece esto...*dice con tristeza*
Ella tenía toda la razón. Martina no merecía tanto dolor por mi culpa. Tenía que ponerle fin y solo pasará por el divorcio.
Fin del flashback.

Me sequé las lágrimas y me dirigí a mi lugar de trabajo. Lo estaba haciendo por su bien, ella merecía ser feliz.

Carmín.
Por la tarde, escuché voces en la sala. Incluyendo las voces de Martina y Mathias, fui a la sala y observé la escena. Martina abrazó a Mathias contra ella y dibujaron en papeles.
Mathias: Mamá, ¿por qué tu barriga es tan pequeña? ¿Donde esta el bebé? *dice tocándole el estómago*
Martina lo miró nerviosa.
Martina: Eran dos bebés mi amor. Fueron al cielo. *dice tratando de no llorar*
El asintió.
Mathias: ¿Quieres decir que se quedaron dormidos para siempre? *dice con tristeza*
Martina: Dormidos para siempre..? ¿Por qué dices eso mi amor?
Mathias: Porque cuando te acostaste el otro día, abuela Carmín me dijo que te quedaste dormida para siempre. *dice con tristeza*
Martina inmediatamente lo abrazó.
Martina: Nunca me dormiré para siempre Mathias. Siempre estaré contigo y tu hermana. Siempre. *dice fingiendo una sonrisa*
Mathias le sonrió y continuaron dibujando. Observé la escena con emoción dándome cuenta de la valiente hija que tenía. Era una excelente madre.
Mathias: Mamá, ¿estás llorando? *dice con tristeza*
Salí de mis pensamientos cuando me concentré en la escena de nuevo. Los papeles de dibujo estaban literalmente mojados por el llanto de Martina. No respondió a la pregunta de Mathias y lo tomó en sus brazos, aún llorando.
Mathias: Mamá, ¿estás bien? *dice preocupado*

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