9.

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Jorge.
No entendía por qué se había puesto en ese estado, pero eso no era asunto mío. Decidí levantarme e irme a dormir. Abrí la puerta de mi habitación con la llave, y entré. Esta habitación era como si volviera a estar con María, había muchos recuerdos de nosostros dos, nuestras fotos, las cartas que me escribía, nuestros sueños. Como todas las noches, tomé una foto, me senté apoyado en el borde de la cama y le hablé.
Jorge: Buenas noches mi amor, hoy como todos los días te extrañé mucho. Permití que dos niños fueran felices y conocí a Martina, una joven argentina, pero no te preocupes, nadie te reemplazará. Eres la única mujer que amo.
Era consciente de que no podía oírme, pero me aliviaba hablarle así. Después de una hora, me quedé dormido en esta posición.

Martina.
Al día siguiente salí a despertar a Cristal porque tenía que ir a la escuela. Entré en su habitación y no pude encontrarla. Vi que su cama no estaba deshecha. Curiosa, grité su nombre y me contestó. Estaba en el comedor. Bajé rápido y la descubrí ya vestida y peinada y estaba desayunando.
Martina: Ya estas lista... *digo sorprendida*
Quiso levantarse y venir a abrazarme cuando Carmín se lo prohibió.
Carmín: No seas tonta y coma. *dice con dureza*
No me gustó la forma en que trató a Cristal. Sé que la cuidó desde que nació, pero esa no es una razón. Ahora tenía una madre y era yo.
Carmín: Si fuera por tu madre, llegarías tarde Cristal, ¿viste la hora? *dice hablando con la pequeña*
No podía soportar su comportamiento por más tiempo.
Martina: Carmín, no le hables más así a mi hija. *digo con dureza*
Para evitar que Cristal fuera parte de nuestras discusiones, la cargué en mis brazos y la llevé afuera para tomar el autobús escolar y partir. Cuando regresé, encontré a Carmín mirándome.
Martina: Carmín, ¿cómo es esa forma de hablarle a mi hija? Le advierto que si alguna vez vuelve a intentar hablarle así, le contaré todo a Jorge y usted se largará de aquí. *digo enojada*
Ella me miró.
Carmín: ¿Son amenazas?
Martina: Tómelo como quiera. *digo agotada por esta maldad gratuita*
Fui a mi habitación. Tenía razón, me desperté tarde pero había llorado mucho por la noche y no dormí rápido. Me senté unos minutos y luego me ocupé de Mathias.

             
                 |Una hora después.|

Salí de mi habitación con el bebé en la mano, quería salir a caminar para despejarme. Salí al jardín y me senté con Mathias. Pensé en todo. Pronto me iba a casar, ¿cómo sería mi vida después de ese casamiento? Y también estaba pensando en hablar con Jorge sobre el comportamiento de su madre hacia nuestra hija.

______________________________________¿Que opinan?
Espero que os guste! ;)

Una Propuesta De AmorWo Geschichten leben. Entdecke jetzt