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Martina.
Me encontré con los ojos de una anciana con una gran sonrisa. La miré por un momento. Era un poco regordeta y bajita, con una cara un poco cansada y un delantal ligeramente manchado de comida. También tenía una voz muy maternal. Sonreí débilmente invitándola a hablar conmigo. Luego caminó hacia mí y se sentó a mi lado.
Martina: ¿Quién es usted..? *digo curiosa*
Ella me miró sonriendo.
.....: Soy Lucia. Un empleado del hogar. *dice mirándome fijamente*
Miré hacia abajo avergonzada.
Lucia: No me conoce, acaba de llegar, eso es normal. *dice sonriéndome*
Yo también sonreí mirándola.
Lucia: Vine a hablarle de algo muy importante que debe saber. *dice con tristeza*
Su sonrisa había sido reemplazada por una expresión de preocupación.
Lucia: Usted es como un cordero entre los lobos en esta familia..*dice hablando en parábola*
Ella miró hacia adelante con una mirada en blanco.
Martina: No entiendo....*digo preocupada*
Ella me miró con una mirada melancólica.
Lucia: Tiene mucha suerte de tener un esposo como el señor Blanco....*dice acariciando mi mejilla cariñosamente*
Todavía la miré confundida.
Lucia: Sabe, no siempre fue tan duro y frio... *dice quitando su mano de mi mejilla*
La miré curiosa.
Lucia: En verdad, María, su ex esposa, padecía cáncer de útero. Después de su matrimonio, el Sr. Blanco se enteró y decidió adoptar para no correr ningún riesgo para su salud. Pero ella se negó, como toda mujer enamorada, la convenció de que podía tener hijos y cuando quedó embarazada fue una pesadilla...
Dejó de hablar por las lágrimas que corrían. Se secó las lágrimas con la mano y me miró. Yo también estaba llorando mucho.
Lucia: Tenía dolor cada mes más o menos y tenía que ir al hospital hasta que dio a luz a Cristal y murió. Desde ese día, el señor Blanco nunca volvió a ser el mismo, siempre se ha sentido culpable y su madre nunca ha dejado de alimentar esa culpa en él para que se convierta en un hombre duro como ella. *dice con la voz entrecortada*
No lo podía creer. ¿Cómo podía una madre hacerle esto a su propio hijo? Me sequé las lágrimas y ella agarró mis manos.
Lucia: Usted es la única que puede ayudarlo...*dice con tristeza*
Martina: Pero como...? Yo...*digo soprendida*
Lucia: La respuesta está dentro de usted...
Se secó las lágrimas y se fue rápidamente antes de que tuviera tiempo de decir nada.

______________________________________Aprendemos más sobre Jorge y su pasado.
¿Qué hará Martina?

Una Propuesta De AmorWhere stories live. Discover now