Jorge Blanco es un hombre de 27 años, rico, famoso, pero viudo y Martina Stoessel, una joven huérfana de 22 años, soltera, trabajando en una cafetería. Ambos tienen hijos, y por el bien de sus hijos, deciden casarse. Con el paso del tiempo, comienza...
Carmín. Me miró con ojos cansados y voz mareada. Martina: No es nada, es una indigestión...*dice limpiándose las manos* Quería volver a alimentar a su hijo cuando la agarré del brazo con fuerza. Carmín: ¡Te pregunté qué significaba eso! ¡No me tomes por idiota! *digo enojada* Sacó su brazo de mi mano. Martina: ¡Dije que era una indigestión! *dice cansada de mis preguntas* La miré a los ojos durante unos segundos. Tenía que estar... seguramente embarazada. Lo peor que me puede pasar. Ya me imaginé lo que pasaría si nacería este bebé, esta mujer se haría muy rica y además, Jorge me sacaría de su vida. Él no me necesitaría más. Me enojé aún más que antes. Carmín: Estás embarazada. Soy una mujer y sé lo que eso significa. Si realmente lo eres, será mejor que abortes. Jorge me contó sobre este error de la otra noche, dijo que lo sentía mucho, así que si dejas que este bebé venga al mundo, siempre será visto como un niño no deseado. Será mejor que hagas lo que te pido. *digo con frialdad* Ella simplemente puso su mano derecha sobre su panza. Molesta, salí de la habitación. Todo mi día había sido arruinado.
Martina. ¿Embarazada? ¿Por segunda vez? Me emocionó y me entristeció al mismo tiempo. ¿Qué iba a hacer? ¿Y Jorge? ¿Aceptará a este bebé? ¿O lo rechazará? Pensando en este hecho, las lágrimas fluyeron como una cascada. Tenía que ir a comprar una prueba de embarazo rápidamente. Me sequé las lágrimas y me dirigí a la habitación de mi madre y le pedí que siguiera alimentando a Mathias mientras iba a comprar una prueba de embarazo.
|2 horas después.|
Finalmente compré una prueba de embarazo y lo hice. Me temblaban las manos. No me atrevía a mirar el resultado. Estaba en la habitación en pánico. Respiré hondo y miré el resultado.
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Era positivo. Lloré mucho porque no sabía qué hacer. No quería que este niño sufriera. Acaricié mi panza. Martina ¿Qué debo hacer? *digo hablando sola* Me sequé las lágrimas y me puse un maquillaje ligero para ocultar las ojeras y las marcas de lágrimas y luego bajé las escaleras.
Lucia. Miré a mi hija bajando pero seguramente había algo que la preoccupaba porque tenía la mirada vacía y triste. Una vez más. Martina: Mamá, ¿dónde está Mathias? *dice con una sonrisa falsa* Lucia: Está en su cuarto, está durmiendo. *digo con tristeza* Fingió sonreír y caminó hacia el jardín, evitando mi mirada. La seguí preocupada. Ambos nos sentamos. Lucía: Hija... ¿estás bien? *digo preocupada* La miré y vi que había engordado un poco. O estaba deprimida o... embarazada. Martina: Si, estoy bien... *dice mirando hacia otro lado* Le toqué la cara y la giré hacia mí para que me mirara a los ojos. Lucía: ¿Estás embarazada...? *digo sorprendida* Vi lágrimas salir de sus ojos. Ella me tomó en sus brazos. Decidí no decir nada más y acariciarle la espalda y consolarla. Después de unos minutos, ella se apartó de mí. Martina: Sí...*dice con la cabeza baja* Sequé sus lágrimas. Lucia: Es el hijo de Jorge..? Ella asintió. Emocionada, acaricié su rostro. Estaba tan feliz por ellos. Jorge sería un gran padre y ella una madre increíble. Lucia: No sabia que erais tan unidos...*digo sonriendo* Ella apartó la mirada, sonrojándose ligeramente. Martina: Solo paso una vez...*dice sonrojada*
______________________________________Espero que os guste!
