Una Propuesta De Amor

10.

Carmín.
Cristal había llegado a casa de la escuela. Eran las 5 de la tarde, Martina preparó su comida antes de ir a su habitación a cuidar a Mathias. Fue el momento único para finalmente hablar cara a cara con mi nieta. Sentada en el sofá de la sala, me moví muy despacio y fui a sentarme al lado de Cristal. Cuando me vio, dejó de comer y saltó un poco de miedo. Me dolía que ahora me tuviera miedo. Acaricié su cabello suavemente.
Carmín: No tengas miedo... *digo sonriendo*
Empezó a comer de nuevo pero el miedo seguía presente. Seguramente Martina había llenado su mente de malos pensamientos sobre mí.
Carmín: ¿Cómo pasaste tu día en la escuela? *digo viéndola comer*
Ella me miró tímidamente.
Cristal: Bien... *dice en voz baja*
Sonreí.
Carmín: Quieres mucho a tu mamá, ¿no? *digo con calma*
Una sonrisa se deslizó en su rostro.
Cristal: Sí, la amo mucho. *dice sonriendo*
Carmín: Me imagino que no querrás que te vuelva a abandonar...? *digo mientras la manipula*
Ella se congeló en su lugar. Su rostro cayó, y las lágrimas aparecieron en sus ojos.
Carmín: Oh no... no llores... era solo una pregunta.... *digo secándose las lágrimas*
Definitivamente tenía que calmarla antes de que Martina regresara.
Carmín: Pídele a tu mamá que te muestre una foto de ti y ella cuando aún eras un bebé, ¿Sí? *digo tomándola en mi regazo*
Ella me miró con incredulidad.
Carmín: Hicimos un juego con mamá. Si logra mostrarte una foto tuya y de ella cuando erais pequeños, eso significaría que nunca más se iría... pero si no lo hace...*digo con tono triste*
Cristal: Seguro que mamá lo hará. Ella me quiere mucho.
Se alejó de mí para seguir comiendo.
Carmín: Estoy segura también...*digo acariciando su cabello*
Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no tenía otra opción. No quería que mi nieta fuera educada por esta mujer. Ella no es de nuestro medio y no tiene educación.

Jorge.
Llegué a casa a las 10 p.m. del trabajo. Como de costumbre, todos estaban durmiendo. Encendí las luces de la sala y me senté un momento y luego tomé uno de los papeles del acuerdo prenupcial, lo firmé rápidamente y ahora también tenía que dárselo a Martina. Me levanté y subí a su habitación esperando que no estuviera durmiendo profundamente. Teníamos que acabar con esta historia de una vez por todas. Llamé suavemente a la puerta para no despertar al bebé. Finalmente después de 5 minutos, ella salió. Tenía el pelo mixto y los ojos rojos por el sueño.
Jorge: Perdón por despertarle, fue por....eso. *digo nervioso*
Le entregué los papeles de matrimonio y ella los leyó.
Martina: El matrimonio... *dice susurrando*
Vi que la puerta de su dormitorio aún estaba entreabierta.
Jorge: ¿Podemos bajar? No quiero despertar a Mathias...*digo en tono frio*
Martina: Sí, claro. *dice cerrando la puerta de su habitación*

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¿Que opinan?
Espero que os guste! ;)