—¡¿Porque me regañas solo a mi?! ¡Luzu también ensucio la cocina!—Reclamo a la defensiva.

—¡Hey no me metas! Le juro señor que yo nunca haría algo así, el me provocó—Se defendió borrando al instante la sonrisa que tenia.

—De este pinche niño vato me espero cualquier cosa, ¡Te me pones a limpiar la cocina en un segundo porque Staxx ya va a venir y como vea la cocina así se muere!—Dio la última orden y salio de la desastrosa cocina sin darle al de gorra oportunidad de responder.

Y sin poder negarse el azabache fue en busca de las cosas necesarias para empezar a limpiar la cocina, el oji rubí no se quería quedar de brazos crusados viendo como el otro hacia todo el esfuerzo así que agarro uno de los trapeadores y empezó a sacudirlo por el piso.

—Chico Fresa así no se hace, tienes que mojarlo primero—Explicó como si fuera la cosa más obvia del mundo—¿Acaso nunca limpiaste algo?.

La pregunta era claramente en broma, pero al ver la cara del castaño supo que tal vez era cierto.

—No mames, ¿enserio jamás has limpiado algo?—Pregunto desconcertado recibiendo un asentimiento lento como respuesta.

—Mis padres dicen que mis manos nunca deberían tocar un articulo de limpieza a menos que sea para alcanzarselo a un sirvientes—Explicó avergonzado por la situación.

—No te preocupes mi chico fresa que desde hoy yo te enseñaré todo lo que tienes que saber—Aseguró con su típica sonrisa.

Empezaron a limpiar todo en conjunto, el azabache le iba ayudando en las cosas que el castaño no sabía hacer claramente mientras se reía de sus errores pero aun así le seguía ayudando,  el de gorra odiaba limpiar pero extrañamente al hacerlo con Luzu no le disgustaba tanto.

Después de unos minutos la cocina estaba limpia, no estaba perfecta porque combinar la mala habilidad de Quackity y la nula habilidad de Luzu en la limpieza no te iba a dar como resultado una cocina perfectamente limpiada y tenia varios rastros de suciedad, pero en términos generales ya habían terminado y podían seguir con la comida.

Luzu se había decidió por hacer algo simple, carne con pure y verduras, no quería complicarse demasiado. Quackity se decanto por pasta con pollo y salsa.

El Español hizo todo su proceso tranquilo sabiendo perfectamente que hacer, mientras que el Mexicano no sabía como se hacía ninguno de los pasos aunque estuviera siguiendo la receta de un libro de cocina.

—¿Porque mi pinche salsa no se ve como en la foto?—Se preguntó a si mismo poniendo el libro a un lado de la salsa.

—Tal vez te equivocaste en algo—Sugirió revolviendo sus fideos.

—Es no puedes ser, yo no me equivoco en nada—Nego indignado cruzándose de brazos.

—Déjame probar—Pidió tapanado la olla y dirigiéndose al chico, tomo una cuchara y probó.

¡Dios era la cosa más salda que había probado nunca!, ¿Acaso se le había caido el paquete de sal entero?.

Eran los pensamientos del castaño, pero al ver la cara de ilusión que tenía su Quacks trato de contener las ganas de escupir.

—Mmmh...esta buenísima—Afirmó tragando con dificultad.

—¡Si es qué yo estoy para ser chef profesional!—

El oji rubí no dijo nada y siguió haciendo si comida, solo esperaba que lo demás no estuviera tan salado.

(...)

La pareja estaba sentada en la gran mesa esperando la comida, cuando porfin los adolecentes salieron de la cocina con sus platos humeantes, no es por decir nada pero uno tenía mejor pinta que el otro y creo que todos sabemos a quien pertenecía dicho plato.

"¡Hey, Chico Fresa!" |Luckity Au|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora