Atril de Sonreir

Sé honesto.

Capítulo Treinta y uno

Brais

No me gustan los hospitales pero si se trata de algún amigo tenga la necesidad de entrar.

Me enteré cuando Peter me mandó un mensaje después de ganar la competencia, preferí esperar y venñir luego del entierro de Mae.

Peter estaba destruido, sus ojos hinchados demostraban su tristeza, sin que me vieran entré a la habitación.

Aún no despertaba y había perdido mucha sangre, debían esperar su recuperación.

Me acerqué sigilosamente, no puedo esperar más.

-Cindy --la llamé pero no hubo respuesta-. Cindy.

Movió su mano con delicadeza.

-¿Qué haces Brais? -preguntó mi hermano-. Está delicada, no deberías estar aquí.

-Necesito respuestas, Mae está muerta, vengo del entierro.

-¿Qué?

-Dicen que fue un suicidio pero no lo creo.

-No importa, debes dejarla descansar.

-Brais -ella me llamó y me acerqué para escucharla-. Mae...

-Lo sé.

Sus ojos se abrieron para verme.

-Descubrió algo sobre tu familia...

-Dime.

-Quiere que dejes de molestarle e indagar en su camino.

-Dime quién es.

Sus labios se movieron y en un susurro me dijo el nombre, estaba perplejo por que jamás lo hubiera considerado, tenía mis sospechas pero ahora están más que confirmadas.

Al salir me crucé con Denisse, intentó hablarme pero pasé de largo.

No es el momento para estás cosas.

-Brais.

Seguí caminando.

-¡Brais!

No mires atrás.

-¡Brais Bathory! -gritó con más fuerza.

Me detuve.

Carajo.

Ella corrió y se puso delante, tenía el ceño fruncido y sus manos sobre la cadera.

-¿Qué quieres?

-Hablar, por qué dijiste todas esas cosas, sabes perfectamente que antes de ti no estuve con alguien pues...

-¡Basta!

No soy un idiota, claro que lo sé.

Sé que no estuvo con Foster de esa manera.

-Sí esto es por lo de mí padre en verdad lo siento, no sabía nada de eso.

-No tengo tiempo.

-¿En serio planeas dejarme?

-Si.

Por ahora.

Su rostro se tornó pálido y afligido, pasé por su lado porque de alargar la conversación terminaría tomando otra decisión.

Al llegar a casa molesto tomé mi mochila y dentro arrojé varias cosas que me serían de utilidad.

Ordené que Christopher, Beck y Peter vinieran a casa cuanto antes, necesito de su ayuda o no podré sólo.