Cumpleaños

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Capítulo Trece

Tal y como papá ordenó pasé todo el día en mi habitación estudiando, los apuntes de Ariana me ayudaron a entender más los temas

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Tal y como papá ordenó pasé todo el día en mi habitación estudiando, los apuntes de Ariana me ayudaron a entender más los temas.

Chris llamó para invitarme a cenar pero le dije que mi padre no me dejaría, nadie sabe cómo es nuestra verdadera relación, es innecesario contarles peor cuando hay cosas más importantes.

Con las sábanas me cubrí hasta la cabeza, no tenía apetito para bajar a cenar así que me hice la dormida cuando mamá entró.

Desistí en ir al Skateparck, no dejo de pensar en la mirada que puso anoche, tan intensa. Tontamente sonreí, con sólo imaginarlo mi corazón se alborota.

¿Qué está pasando conmigo?

Si sabes sólo que lo niegas.

Encendí el televisor, estaban transmitiendo Rapunzel y como niña me envolví con las frazadas sentándome en el suelo recargando mi espalda en la cama.

Seguramente Chris estaría cantando conmigo las canciones e imitando algunos diálogos como cuando éramos más pequeños.
En total silencio me escabullí hasta la cocina donde tomé una tarta junto con una pequeña vela y volví a mi habitación, cinco minutos para media noche y mi teléfono vibró.

Un mensaje de Chris.

Asómate y pondré la música.

Abrí las cortinas, comenzó a reproducir una canción de feliz cumpleaños, al ser medianoche se escuchaba perfectamente porque no hay mucho ruido.

Encendí la vela y cuando finalizó la canción soplé, Chris desde su ventana comenzó a aplaudir e inevitablemente me compartió su alegría.

Cuando alguno de nosotros se enfermaba o por cualquier otro motivo no celebraba su cumpleaños hacíamos lo mismo de esta noche. Me mandó un beso el cual atrape y tiré al suelo, su sonrisa se amplió más porque él hizo lo mismo cuando teníamos diez años.

Apagué las luces para dormir, sin embrago sentí cosquillas en la zona del cuello, con mi mano traté de alejar lo que se que estaba interrumpiendo mi bello sueño.

—Denisse.

Escuchar su voz bastó para que me levantará de golpe, encendí la lámpara y efectivamente estaba a mi lado sosteniendo entre sus manos una pluma que fue el causante de mis cosquillas.

—Ah, hola Brais —me volví a recostar pero inmediatamente me senté—. ¡Brais!

Me tapó la boca con su mano.

—Shhh...

—No me shushees —hablé más fuerte.

—Shhhhh... baja la voz.

—Sabes que estás invadiendo una casa —a pesar de tener la boca tapada me entendía perfectamente.

—Que shh...

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