Atril de Sonreir

Una imaginación

Capítulo Catorce

Brais

Diciembre llegó demasiado rápido, dos semanas más y las tan anciadas vacaciones por semana navideña vendrán, esta vez me tocó hacer el desayuno, nos turnamos para hacerlo y sin excepciones limpiamos en conjunto la casa aunque también la señora Carol viene dos veces por semana para hacer limpieza.

Dejé el último huevo revuelto en su respectivo plato, por la ventana situada sobre el lavabo vi a Darko correr en el jardín tratando de espantar unas mariposas, en las mañanas papá lo lleva a la escuela canina y aunque ya se graduó no es correcto que se quede sólo por varias horas.

Él lo deja y recoge puesto que el edificio está cerca de la unidad donde trabaja, lo ascendieron a inspector poco después de mudarnos aunque mamá tardó mucho tiempo en ser ascencida.

—Buenos días Brais.

—Buenos días papá, ¿cómo dormiste?

—Mi cuello me está matando.

—Te ayudo —Ari dejó su mochila sobre la isla de la cocina y comenzó a darle un masaje—. Quedarás como nuevo.

—Gracias querida, ¿donde está su hermano?

—Acá, me quedé dormido y Darko no fue a despertarme.

—Mi perro no es tu despertador —dije quitándome el delantal.

—Él me molesta —levantó los hombro sentándose, coloqué los vasos y me acomodé frente a ellos—. Buen provecho.

—¿Cómo van tus cuadros Ariana? —preguntó papá.

—Bien aunque mi modelo es muy ruidoso y no se queda quieto.

—Espero que termines a tiempo, ¿qué tal la univeridad, Beck?

—Aburrida, no quiero ser presumido pero los temas se están asiendo muy repetitivos.

—Eso no quiere decir que descuides tus estudios —me miró, sabía lo que preguntaría así que me adelanté a responder.

—Todo normal, aún me preocupa no tener respuesta sobre mi investigación... pasaron meses y aún no hay nada.

—Brais, no debes estresarte por eso, falta tiempo para que te gradués y postules a alguna univeridad.

—Es importante ser aceptado por mis propios méritos y no porque pueda pagarlo, si decido ser un estilista, plomero o vendedor ambulante ¿estarías orgulloso?, son trabajos nobles pero no quiero decepcionar tus expectativas.