Incidente

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Capítulo Veintitrés

Desesperada corrí por los pasillos buscando la sala de espera donde Chris nos aguarda, me senté a su lado y sus ojos llorosos me miraron de reojo, sus manos tenían un poco de sangre.

—¿Que sucedió Chris? —pregunté angustiada.

—Estaba caminando rumbo a casa de Brais y escuché un golpe fuerte y de pronto la gente comenzó a correr a una dirección diciendo que hubo un accidente —su pierna derecha empezó a moverse con desesperación—. Los seguí para ver si podía ayudar y fue entonces que reconocí su vehículo, los saqué justo antes de que la ambulancia llegara, su rostro estaba con manchas de sangre y no sé si sufrió un corte en la cabeza o algo peor.

—¿Los?

—Arthur iba con ella.

No puede estar pasando eso.

Es solo un niño de trece años con mucho por delante al igual que Tam.

Ojalá no sea grave.

Ariana se llevó a Chris para limpiarle las manchas y que se calmese un poco aunque eso es imposible en esta circunstancia, Tamara se fue luego de hablar con Ari ya que su hermano le llamó diciendo que la piscina estaba cerrada y que su mamá lo dejó pensando que abrirían en algunos minutos, cansado de esperar la llamó para que fuera por él.

Hace unos minutos la vi y de pronto nos dicen que se accidentó, esto parece un película donde todo empeora en vez de mejorar.

No hay ni un día de descanso.

Un brazo pasó por mis hombros atrayendo mi cuerpo hacia el suyo, Brais no dijo nada y solo me mantuvo cerca. Unos pasos apresurados nos hicieron mirar a la persona que venía, Beck.

—¿Que haces aquí? —cuestión Brais.

—Chris me avisó del accidente y vine cuanto pude para saber el estado de Tami.

¿Tami?

Desde cuando la llama de esa manera tan cercana.

Ari vino con Chris que parecía más calmado y ambos nos sentamos esperando al médico.

—Mis hijos, ¿donde están mis pequeños? —la madre de Tamara corrió hacia nosotros buscando alguna respuesta y ante nuestro silencio entendió que no sabíamos nada.

No sé qué sentir por la mujer.

Fue cruel con sus hijos.

El señor Smith a pesar de estar preocupado nos saludó amablemente.

—Familiares de la señorita Tamara Smith y Arthur Smith —todos rodeamos al médico que tuvo que retroceder un poco.

—¿Cómo están mis hijos?

—¿Es su padre? —el señor asintió con rapidez, sus rojos estaban rojos e hinchados—. Están estables, fue una suerte que no tuvieran lesiones graves aunque si tienen unos cortes debido al cristal, el impacto se produjo al lado del copiloto, por suerte el niño iba en la parte trasera.

—¿Puedo pasar a verlos?

—Señor Smith entiendo que esté preocupado pero los pacientes deben descansar, el niño despertó hace poco pero la señorita aún no, tuvimos que hacerle una sutura cerca de la ceja y sacarle unos cuantos vidrios del brazo que dudo dejen una marca porque fueron pequeños pedazos. Si desean pueden ver al niño.

Ambos padres fueron detrás del niño, escuchar que no fueron gravemente heridos nos devolvió el alma a todos.

Beck caminó de un extremo a otro sin detenerse, Brais solo se cruzó de brazos apoyando su espalda contra la pared. Una hora tuvo que pasar para que nos permitieran entrar.

Atril de SonreirWhere stories live. Discover now