26

28 14 12
                                    

i run

run

run to you

and i keep u safe forever

don't u know my love,

don't u know

two hearts

can beat

as one.

Mis audífonos, mi refugio para días malos, mi escudo protector para escapar de la realidad. Putos exámenes de fin de semestre. Llevo una semana de mierda y juro que no exagero. No logro poner mis neuronas a funcionar.

Me arranco los audífonos de un tirón y los lanzo a un lado de la espaciosa cama de James, estoy en su departamento, vengo a estudiar en silencio cuando se encuentra en el hospital. Soy patética. No te escondes en el departamento de alguien a quien ni siquiera puedes mirar a los ojos. Mi chico merece tanto y estoy siendo tan poco. Mi chico, ni siquiera merezco llamarlo así. Ni siquiera lo siento ya así.

Agarro el montón de hojas dispersas en las sábanas e intento encontrar un orden lógico para luego irme, James sabe que vengo pero jamás lo menciona, creo que en el fondo sospecha que algo está pasando conmigo pero nunca se atreve a preguntar. Me he negado a verle por dos noches con excusas baratas, estoy siendo inmadura, lo sé. Nunca he sido la chica que no da la cara pero no quiero ser quien ponga tristeza en sus ojos, no cuando me ha regalado tanta felicidad. No quiero hacerle daño. No estoy lista para mirarle a la cara y decirle que solo puedo pensar en Steven y en hermano que no sabía que existía hermano muerto.

Me rindo con lo de organizar los malditos papeles y los lanzo a mi carpeta y luego a mi mochila. Me calzo mis zapatillas, miro la hora en el móvil.

En medio de esta desastrosa semana me he agarrado a un rayito de luz, un trabajo a medio tiempo en un pequeño café. Un momento en el que solo trabajo en piloto automático, sin pensar en mi vida, en la universidad, en muertes, en chicos, simplemente no pienso en nada. Mi mente entumecida es el mejor pago y justo lo que necesito.

El lugar ha estado abarrotado de bulliciosos estudiantes desde que comenzó mi turno, dos horas de pie y estoy casi rogando por rotar con mi compañero. A mamá la idea no le ha parecido ni buena ni mala, siempre me apoya en mis decisiones, aunque dejó claro alrededor de cinco veces que no era necesario. También entendió mis intentos desesperados por drenar mi caos mental de alguna manera. Las mejores opciones eran el ejercicio, yoga, cosas así pero vamos, soy Allyson Stewart, tomo malas decisiones por naturaleza, simplemente caminaba por aquí, se buscaban empleados y aquí estoy.

Retomando el tema mamá, hay noticias especiales, está conociendo a alguien, está conociendo a un hombre y estoy que no quepo en mi propio cuerpo, merece tanto ser feliz, tengo un miedo interno que no digo a nadie, pero temo tanto que la lastimen de nuevo, le ha costado años volver a abrir su corazón a un hombre, sé la guerra interna que debe haber cruzado pero ella es una mujer, una persona madura así que si ha dado este paso, valdrá la pena.

—Un café latte por favor—esa voz —con mucha crema batida— levanto la vista automáticamente con el corazón comprimido— y mi novia de postre si no es mucho pedir —sonrío ante sus palabras, es imposible no hacerlo, ante su acento extranjero y embriagador. Este encanto de hombre es mi novio y lo estoy desperdiciando. Menuda idiota.

—Solo he pasado a traerte esto- frente a mí aparece una hermosa rosa roja y una pequeña cajita color ámbar—Feliz primer aniversario amor— dice alzándose en su sitio besando mi frente.

Nos divide el mostrador y solo eso impide que me caiga al suelo. Lo he olvidado. Totalmente.

Noto su disimulada cara de decepción, puedo fingir que recuerdo, puedo, pero no lo haré, basta de mentiras, se me estruja el corazón, no quiero llorar pero no lo consigo.

Only in your dreamsWhere stories live. Discover now