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¿Sabes cómo se suben escaleras con una chica a horcajadas besándote con desenfreno sin romperte la crisma en el intento? ¿Cómo? No lo sé. Solo sé que en un segundo estaba pegada a Steven como su segunda piel y al otro estábamos frente a lo que supupongo es su habitación.

La distancia quema cuando me deposita en el suelo con lentitud. Siento mis labios hinchados y llevo una mano hacia ellos, acariciando el lindo desastre que acabamos de iniciar.

Steven retrocede para observarme mientras tantea sus bolsillos y yo solo puedo sonreírle idiotizada al verle.

He extrañado demasiado el sentirme así, nuestras conversaciones, los bailes tontos, las risas, la confianza de contarnos cualquier tontería. Me gusta tanto este chico que acabo de enterrar mi orgullo y olvidar que ha mentido, entiendo lo difícil que puede resultarle dar amor cuando no lo ha recibido nunca, yo...yo quiero enseñarle, quiero hacerlo reír, quiero que estemos juntos quiero hacerlo feliz. Quiero recuperar todo este tiempo perdido y dejar atrás lo demás, lo que siento cuando me toca, cuando me besa como hoy supera con creces el dolor de su ausencia.

Acaricio su pecho por encima de la camisa y me irrita que me impida sentir el calor de su piel sobre la palma de mi mano, alcanzo a escuchar el fuerte latir de su corazón debajo de mi toque y todo se siente tan mágico, tan irreal que no termino de creer que esto está realmente sucediendo. Es real, es Steven justo en frente.

Suspira, cierra los ojos y hago lo mismo aferrándome a él con un abrazo respirando su colonia con fuerza, intentando no olvidar ni  un solo detalle de este momento.

Es increíble como la magia se rompe en un micro segundo, la burbuja se explota y siento su cuerpo entero tensarse junto al mío.

Me aparta como puede y me mira con cara de lo que logro identificar como arrepentimiento y me hago pequeña en mi sitio, no, no quiero escucharle joder todo lo que he idealizado en fracciones de segundos, no, ahora no.

— All —pega su frente a la mía, eliminando la distancia nuevamente y el gesto tierno es tan como un balde de agua fría que se me hace añicos el corazón , sé que  viene la bomba en camino, algo está pasando—  no soy un cabrón, no pienso seguir con esto por más que quiera, he perdido el control de todo por un momento pero, perdóname, yo...esto, nosotros—nos señala y camina de un lado a otro con desespero— no puede suceder, nunca— enfatiza en la palabra Nunca y siento mi corazón caer al suelo y ser pisoteado por elefantes gigantes. Duele.

Me duele tanto todo esto que se me ha ido la pinza por demasiado tiempo, hasta ahora no me he parado a analizar el peso de sus palabras de antes , hasta ahora que veo sus ojos fijos en los míos,

No me quiere.

No quiere una relación.

No quiere aprender a amar.

No está dispuesto a darme un lugar en su vida.

No quiere estar conmigo.

No queremos lo mismo y esto, estos segundos maravillosos no han significado nada.

—¿Por qué?— me trago mis lágrimas con mil esfuerzos pero mi voz suena temblorosa sin poder evitarlo— ¿Por qué eres tan malditamente voluble? — exploto subiendo mi tono de voz.  Steven ha jugado conmigo y no sé si podré perdonarle esto alguna vez.

—No estoy listo, no estoy preparado joder—golpea la pared a mi lado con rabia y me sobresalto con ese gesto violento, no lo esperaba. No espera ver que perdiera los papeles por segunda vez en el mismo día. Ya ni siquiera sé si la persona de la que me enamoré sigue estando ahí en algún sitio. Estaba equivocada y esto es un total desastre. Arrastra su cuerpo hasta el suelo negando una y otra vez.

Only in your dreamsWhere stories live. Discover now