18

63 28 37
                                    

¿Qué harías tú si de repente conoces a un Dios Griego, bueno, brasileño en mi caso?

¿Qué haces si está re bueno y encima es bueno en los deportes?

¿Qué harías tú si te guiña un ojo y te pide una conversación ?

Pero,

¿Qué harías realmente si también se te aparece el chico que siempre te ha movido el piso?

¿Qué harías tú si en tu vida tuvieras un Steven y lo vieras correr en cámara lenta a una portería?

Una chica cuerda respondería que pasa de Steven, que pasa de su mierda una y mil veces.

A mí, se me ha acelerado la respiración y mi corazón se me ha vuelto loco, meses sin verlo y sin saber nada de él. Es un idiota mentiroso pero aun así mi corazón no se entera. Lo veo y pierdo la calma que tanto me cuesta aparentar en su presencia.

No quiero darle importancia, no la merece. No merece nada de mí. Me repito como un mantra.

—Si quieres nos largamos de aquí— dice Kioto al notar mi cara pálida —No quiero que estés mal.

—Dije que estarías en primera plana para ver cómo superaba a ese capullo—le sonrío y reúno mi valor —y aquí estamos.

Ella me abraza de lado y le devuelvo el abrazo con cariño muy conciente de que es la primera vez que hacemos contacto físico de esa manera. Se ha convertido en parte importante de mi vida poco a poco. Jamás pensé que la chica que escucha música rara, que lee libros sin mirar a los lados se convertiría en lo que es hoy. En mi apoyo.

—Sabes— digo risueña— Ese Macho Alfa, ese— señalo a James—el número nueve, es el chico de anoche. Al que le he escrito mi número en sus abs.

—No vuelvo a beber en mi vida, no puedo creer que pescaras a James y no haya estado ahí para verlo—le cubro la boca para que se calle pero me quita automáticamente la mano—ese tío no le ha dado el sí a nadie, no ha tenido ni un jodido desliz desde que le conozco.

—Quiere que conversemos.

— Y por supuesto que lo harás, ¿A que sí?

—Creo— Dudo—Voy a hacerlo.

— Bueno, no te le lances encima todavía, recuerda—me señala con un dedo— la interesante.

No puedo hacer otra cosa que no sea reír.

Traía las uñas pintadas de un rojo vino perfecto y me las he estropeado totalmente, por qué, por qué tenía él que aparecer justo en este momento y encima hacer entrada triunfal. Voy a superarte estúpido imbécil y solo serás un mal recuerdo.

***

— Hola— digo torpemente acercándome a James.

—Hola— recibo dos besos de su parte, imagino que en el otro lado del mundo son mucho más afectuosos que acá en Suecia— estás hermosa.

—Gracias y buen gol— no tengo puta idea de goles pero, olvidemos eso, detalles técnicos. No sé qué otra cosa decir.

—Si te hubiese visto antes te lo habría dedicado.

Me sonrojo ante sus palabras y no puedo evitar sacudir mi cabeza en busca de palabras para llenar esta conversación y no parecer una espanta chicos.

—Intenté llamarte. Muchas veces.

—¿Y? —pregunto confundida.

—Me salió una abuela exigiendo un masaje—dice sonriendo y unos hoyuelos hacen presencia en su rostro.

—¿Cómo así?

— Al segundo intento un tipo gruñón que definitivamente no eras tú—niego riendo—y espero que tu papá tampoco.

No sé si alcanza a pillarlo pero mi sonrisa se borra un poco. Tal vez pude haber echo un desastre escribiendo mi propio número.

—Llegué a casa con un número borroso y ya ves el desastre— lo interrumpo.

— Creo que me equivoqué yo así que no te preocupes—me trago el hecho de que la bebida me hace ser incoherente porque no quiero que piense bajo ninguna circunstancia que si fui atrevida fue solo por alcohol.

—Después de tanto insistir pensé que me habías gastado una broma, una de las buenas porque tengo que confesarte que quería llamarte en serio.

—Yo sigo queriendo que me llames— las palabras salen solas y no sé si me arrepiento o no de haberlas pronunciado.

—Hoy si traigo mi móvil y veo que tú también el tuyo.

Intercambiamos número y me repite al menos dos veces lo preciosa que estoy y me promete una llamada, la verdad sé que lo acabo de conocer, pero me gusta cómo me siento cuando estoy a su alrededor, creo que sí se diera el momento me daría una oportunidad de conocer a este chico.

Sé que debe ir a las duchas porque un compañero espera por él con impaciencia moviéndose de un lado a otro así que me despido con la excusa de buscar a mi amiga para que no pase por el momento incómodo de despedirse por su cuenta.

Nuevamente me da dos besos en la cara y se marcha mirando hacia atrás unas cuantas veces y yo solo puedo sonreír.

Salgo en busca de Ki y la encuentro sentada en un banco sonriendo con el móvil en la mano.

Avanzo hacia ella pero mi tono de mensajes me detiene.

James : Esto no cuenta como la llamada que te prometí, esa aún te la debo, solo quería enviar el primer mensaje de lo que espero sea un extenso e interesante chat, gracias por tu número hermosa.

Pd' espero no me responda otra anciana necesitada de masajes ni otro señor gruñón, espero que solo seas tú 'J

Otro mensaje más como ese y me le lanzo encima cuando lo vea, literalmente.

Yo: Soy yo ;) ésta vez si soy yo

Pd' Mensaje # 2 de un chat que promete !!! 'AS

Sonrío y le doy enviar a mi respuesta.

—Te vi sonriendo creo que deliraba— digo sentándome al lado de Kyoto.

— Idiota— ella ríe—hablaba con un viejo amigo— hago una mueca confundida y no me animo a seguir indagando cuando es obvio que no dirá más.
Balanceo mis piernas adelante y hacia atrás esperando que llegue el ataque de preguntas como harían Ell o Anni pero jamás llega una palabra.

—Es increíble—comento harta del silencio.

—¿Quién?—me mira confundida.

—James, quien más—tuerzo los ojos— yo sí que soy un desastre— me sincero—ni siquiera sé mantener la conversación interesante sin joderla.

—Solo debes ser tú y lo demás no debe preocuparte—teclea algo en su móvil con sonrisa traviesa y sigue hablando sin mirarme- no te sientas presionada a ser alguien más, solo di lo que sientas y listo. No hay truco.

—Parece fácil, pero no lo es— dejo ir mi aire mirando a mis pies.

—Tú lo haces difícil—me apunta con el móvil— acaba de abrir los ojos y enterarte de una vez que eres suficiente y te debe valer madre mostrárselo al mundo. Si a James o cualquier otro no le gusta lo que tienes que decir pues—mueve los hombros— es otra porquería de las que te cruzas.

Only in your dreamsWhere stories live. Discover now