—Quiero mostrarte lo que siento por ti en este momento —empujaría a Landon al sofá y me pongo a horcajadas en su regazo antes de quitarme la camisa que le pedí prestada el otro día —pensé que esto podría servir...

—¡Señorita Lively, es pleno día! ¿Qué pasa si su vecino nos ve? —preguntaría con supuesta preocupación.

—No creo que le importe. Además hay cosas peores que podría ver que pasan por aquí...

—Sí, definitivamente podría pensar en cosas peores —deslizaría su mano por la parte superior de mi nuca, toma un puñado de mi cabello y tira de él para acercarme y besarme.

—Entonces...¿Esta fue una buena manera de alegrarte? —su otra mano se deslizaría y acariciaría mi abdomen, mi cuerpo se convierte en lava fundida por sus insistentes caricias.

—Definitivamente sí...—confirmaría con una sonrisa brillante en su rostro.

Mi necesidad por él nunca parece disminuir y batallo con los botones de sus jeans, mi cuerpo parece tener una adicción de Landon Downey, cada vez que estamos juntos nos volvemos un solo ser que está hambriento cada vez más. Terminamos en el round número tres en mi habitación, sin notar la noción del tiempo ambos estamos totalmente exhaustos y caemos en los brazos de Morfeo.

 Terminamos en el round número tres en mi habitación, sin notar la noción del tiempo ambos estamos totalmente exhaustos y caemos en los brazos de Morfeo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Han pasado dos semanas y nunca me he sentido tan sexy, segura y feliz en mi vida. Pero en el fondo de mi mente tengo la persistente sospecha de que todo va a fracasar...

—¿Estás bien? te ves estresada —preguntaría Kath preocupada.

No, no estoy bien. Landon no me ha llamado ni escrito y ya pasó la hora de la comida. No he pasado tanto tiempo sin hablar con él en las últimas dos semanas.

—Estoy bien ¿Qué te hace pensar que no lo estoy?—preguntaría consternada.

—Te ves desquiciada amiga...

¿Tú crees? Esto es lo que temía. Mi fecha de caducidad de dos semanas...

—Yo solamente tengo mucho trabajo —soltaría con un largo suspiro.

—Adrienne, llegó esto para ti —mi compañera de trabajo Ana me entregaría un gran ramo de rosas rojas.

—¿De quién son? —preguntaría con mucha curiosidad.

—No lo sé, vienen con la tarjeta —señalaría la tarjeta mientras se retira lentamente.

—¡Guau! ¿Troy finalmente se está esforzando? —exclamaría Kath.

—No lo sé, no he leído la tarjeta todavía —soltaría con misterio y con algunas sospecha, siendo así tomaría la tarjeta con misterios y la leería.

—No lo sé, no he leído la tarjeta todavía —soltaría con misterio y con algunas sospecha, siendo así tomaría la tarjeta con misterios y la leería

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Una señal del DestinoWhere stories live. Discover now